Alerta general en Suecia: el país afronta su peor crisis de seguridad desde 1945

La "yihad global" por la que las fuerzas terroristas de Hamás clamaron contra Occidente, por su apoyo a Israel, salpicó a Suecia después de que dos aficionados suecos murieran en Bruselas, coincidiendo con el partido que enfrentaba a la selección de fútbol sueca con el conjunto belga, que finalmente fue suspendido. desde entonces, el país ha aumentado la alerta terrorista y vive su peor crisis de seguridad desde 1945.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Suecia desempeñó un gran papel para la vuelta de la estabilidad en Europa. Había desempeñado un papel neutral en el conflicto, lo que le permitió evitar la ocupación de ambos bandos. Siempre se mantuvo en alerta, aunque logró mantener buenas relaciones comerciales con ambas partes y proporcionó asilo a algunos refugiados de la guerra. Se convirtió en miembro de la ONU al año siguiente de finalizar la contienda, y desde entonces, la cooperación fue más estrecha con los países vecinos y se fortaleció los lazos con Occidente.

Hace un mes, el Gobierno sueco tuvo que recurrir al Ejército para detener la ola de asesinatos asociados a las disputas entre bandas. Según explicó el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, las fuerzas militaras proporcionarían "asistencia de análisis y logística a la policía, así como el manejo de explosivos y trabajo forense". Kristersson agregó que las leyes necesitaban una actualización para permitir una mayor participación militar en labores de seguridad.

Esto se suma a las medidas adoptadas desde que tuvo lugar el atentado el pasado 17 de octubre en la capital belga, pues se aumentó la alerta terrorista después de que los fallecidos fueran aficionados suecos y ahora está en el número cuatro (en una escala de cinco). Una de las medidas impuestas por las autoridades por la amenaza terrorista ha sido la entrada con bolsos a recintos donde se celebren grandes espectáculos, que estará prohibida por un tiempo indefinido y afectará a conciertos y a todo tipo de espectáculos deportivos, aunque la Policía sueca no ha especificado un límite concreto de público, sino que dependerá del tamaño del recinto y del número de asistentes.

Por otro lado, la quema de ejemplares del Corán en Suecia y Dinamarca ha movilizado a los países islámicos contra estos dos países. La escalada de tensiones comenzó a finales de junio cuando un ciudadano iraquí, refugiado en Suecia, prendió fuego a un Corán frente a una mezquita en Estocolmo.