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América Latina

Altos mandos militares presentan a Trump opciones para posibles operaciones terrestres en Venezuela

Washington intensifica su campaña contra el narcotráfico mientras Caracas acusa a EEUU de preparar una guerra

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció el lanzamiento de la Operación "Lanza del sur", una nueva ofensiva militar dirigida contra lo que Washington denomina “narco-terroristas” en el hemisferio occidental. El anuncio fue realizado a través de la red social X, donde Hegseth afirmó que la misión busca “defender el territorio estadounidense, eliminar a los narco-terroristas de nuestro hemisferio y proteger a nuestra población de las drogas que están matando a nuestro pueblo”.

La operación contará con el apoyo del Comando Sur, responsable de las operaciones militares estadounidenses en 31 países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. Durante la última semana, el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo, llegó a aguas del Caribe y América Latina, consolidando un importante despliegue naval que ya incluía destructores, aeronaves y unidades de operaciones especiales. Washington sostiene que esta presencia tiene como objetivo frenar el actuar de organizaciones criminales transnacionales implicadas en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

En los últimos dos meses, la Marina estadounidense ha llevado a cabo al menos 21 ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, alegando que transportaban drogas. Estos ataques han provocado la muerte de más de 80 presuntos contrabandistas, mientras que solo dos sobrevivientes fueron repatriados a sus países de origen.

El aumento de actividades militares en la región ha generado preocupaciones, especialmente en Venezuela. Su presidente, Nicolás Maduro, sostiene que Estados Unidos está “fabricando una nueva guerra” y afirma que el objetivo real del despliegue militar estadounidense es derrocarlo; además, califica la operación como “la mayor amenaza que ha enfrentado nuestro continente en los últimos 100 años”.

Según fuentes citadas por medios estadounidenses como la NBC, altos mandos militares presentaron al presidente Trump opciones actualizadas para posibles operaciones en territorio venezolano, incluyendo ataques terrestres. Aunque no se ha tomado una decisión final, la revelación incrementa la incertidumbre sobre el rumbo de la política estadounidense en la región.

Mientras tanto, Washington insiste en que seguirá persiguiendo a grupos considerados terroristas o narcotraficantes. Hegseth lo reafirmó en un reciente discurso: “Si estás traficando drogas para envenenar al pueblo estadounidense y perteneces a una organización terrorista, te encontraremos y te mataremos”.

La inminente llegada del portaaviones USS Ford a aguas cercanas a Venezuela representa un punto de inflexión en el actual despliegue militar estadounidense en la región. Aunque expertos discrepan sobre la posibilidad de que aviones de combate despeguen desde el buque para atacar objetivos en territorio venezolano, coinciden en que la sola presencia de este super buque de 100.000 toneladas constituye una demostración de poder sin precedentes en América Latina.

Este despliegue refuerza la campaña que el gobierno de Trump presenta como una operación antidrogas, en un momento marcado por entrenamientos militares cercanos a la costa venezolana, plataforma dentro del país y ataques a embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico que han dejado más de 75 muertos en el Caribe y el Pacífico oriental. La llegada del Ford consolida así un clima de creciente tensión regional, donde la presión militar estadounidense adquiere una dimensión estratégica sin precedentes en décadas.