Nicaragua

Ortega toma posesión aislado por su farsa electoral

Tan solo el cubano Díaz-Canel y el venezolano Maduro acuden a la ceremonia de investidura del quinto mandato del ex guerrillero sandinista

Nicaragüenses contemplan por televisión la investidura de Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo
Nicaragüenses contemplan por televisión la investidura de Daniel Ortega y su mujer Rosario MurilloAndrés NunezAgencia AP

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha tomado posesión de su cargo este lunes para su cuarto mandato consecutivo desde 2007 tras las elecciones presidenciales del pasado 7 de noviembre, en las que según los datos oficiales obtuvo el 75% de los votos, consideradas una “farsa” por la oposición e “ilegítimas” por la Unión Europea, EE UU y buena parte de la comunidad internacional. Las autoridades nicaragüenses han confirmado la asistencia de delegaciones de China, Rusia, Corea del Norte, Irán y Siria. Algunos gobiernos de la región como Cuba, Venezuela y Bolivia forman parte de la veintena de países que han enviado representación oficial, entre ellos Turquía. El ex guerrillero sandinista de 76 años ha asumido la Presidencia de Nicaragua hasta 2026 aislado internacionalmente.

El régimen Ortega-Murillo se ha venido esforzando en los últimos días por dar una imagen de fuerte respaldo internacional que no se corresponde a la realidad. La vicepresidenta de Nicaragua y esposa del presidente Ortega,Rosario Murillo, aseguró la presencia “a nivel de cancillerías” de Argentina. Sin embargo, la delegación oficial de Argentina anunciada por Murillo no existe. El Gobierno de Alberto Fernández solo ha enviado a su embajador en Managua, Mateo Daniel Capitanich. El Ejecutivo de Fernández desmintió las palabras de Capitanich, quien informó del envío de una comitiva oficial desde Argentina al diario nicaragüense «La Prensa» el viernes. El Gobierno de Fernández se mostró molesto con el anuncio e insistió en que solo asistirá su embajador en Managua.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado este lunes que finalmente sí habrá representación oficial mexicana en la toma de posesión de Ortega, programada a las cinco de la tarde de este lunes en la Plaza de la Revolución de Managua. A pesar de que el Ministerio de Exteriores había confirmado que “no se enviará ninguna delegación o representante”, México ha cambiado de postura a pocas horas del acto que inaugura un nuevo mandato de Ortega: “Va estar Ramiro Ayala, jefe de la cancillería en la Embajada de México en Nicaragua”, ha asegurado Obrador.

El jefe de la oficina del Ministerio de Exteriores mexicano, Daniel Millán, había calificado el acto como una “toma de protesta”, en referencia a las denuncias de la oposición por “la farsa electoral”. Los comicios estuvieron marcados por los siete candidatos encarcelados o en el exilio, los 170 presos políticos, la ausencia de observadores internacionales, las prohibiciones de entrada al país a la prensa extranjera y los 318 muertos “por la represión” denunciada por la ONU desde las masivas protestas de 2018.

El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, así como el venezolano Nicolás Maduro han sido los únicos jefes de Estado que ha confirmado su presencia. Díaz-Canel ha respaldado a Ortega a su llegada al aeropuerto de Managua: “Es una victoria para las fuerzas de izquierda y para los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe. Una victoria que demuestra la convicción del antiimperialismo del pueblo nicaragüense”. Las anteriores tomas de posesión de Ortega contaron con la presencia de seis presidentes en 2017, nueve en 2012, trece en 2007 y tres en 1985. Corea del Norte, Irán, Bielorrusia, Vietnam, o Camboya han enviado representantes. El autoritarismo de Ortega tensa las relaciones regionales en América Latina.

Nuevas sanciones

La UE y EEUU han ampliado este lunes las sanciones contra el régimen Ortega-Murillo horas antes de la toma de posesión de Ortega debido a las sistemáticas “violaciones de derechos humanos”. Los 27 estados miembros de la UE han sancionado a dos hijos de Ortega, cinco personas cercanas al régimen y seis funcionarios. La UE y EE UU exigen responsabilidades a instituciones como la Policía Nacional de Nicaragua, el Consejo Supremo Electoral y el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones. El Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, denunció que Ortega “ha eliminado toda competencia electoral creíble” y pidió la liberación de los “presos políticos” en Nicaragua.

La deriva autoritaria de Ortega ha provocado un aislamiento internacional de Nicaragua. El mandatario sandinista trata de reconstruir sus alianzas con China y Rusia en el eje de su estrategia. Ortega busca ampliar la colaboración con las naciones confrontadas con la UE y EE UU. China estará representada por un enviado especial del presidente Xi Jinping. La agencia oficial Xinhua ha confirmado la presencia del vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, Cao Jianming. Hace un mes, el Gobierno de Nicaragua rompió sus relaciones con Taiwán, país al sur de Japón que China considera parte de su territorio, tras más de dos décadas de estrecha relación diplomática.

Las tensiones entre las dos grandes potencias mundiales, China y Estados Unidos, han explotado en este pequeño país centroamericano de 6,6 millones de habitantes. El presidente nicaragüense y ex guerrillero sandinista se alió con China un día después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) le reclamara organizar unas nuevas elecciones presidenciales debido a la falta de estándares democráticos en las elecciones del 7 de noviembre.

La candidata presidencial, María Asunción Moreno, contaba a LA RAZÓN desde el exilio que “la oposición democrática busca una salida cívica a la dictadura Ortega-Murillo”. Ortega se presentó a las elecciones frente a candidatos desconocidos de formaciones pequeñas colaboracionista con el régimen llamados “partidos zancudos”. Es decir, sin oposición real.

Un catedrático nicaragüense residente en EE UU, que prefiere mantener su anonimato por temor a represalias, explicaba a LA RAZÓN que Ortega está convirtiendo el poder político en Nicaragua en un negocio familiar. Los hijos del presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo controlan los principales medios de comunicación: “La familia Ortega no tiene ningún proyecto, programa, o ideología más allá de su perpetuación en el poder. El modelo es un país controlado estrictamente por la familia Ortega-Murillo, cueste lo que cueste”. El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, calificó estos comicios como “una burla al pueblo nicaragüense, a la comunidad internacional y a la democracia”.

Los 91 nuevos diputados de la Asamblea de Nicaragua, electos en unos comicios sin las mínimas garantías democráticas, han tomado este domingo posesión de su cargo. La presidenta del Consejo Electoral, Brenda Rocha, ha inaugurado la legislatura hasta 2026 poniendo en valor estas elecciones como una de las más importantes de la historia de Nicaragua y el civismo de la ciudadanía nicaragüense. La campaña de la oposición llamando a los nicaragüenses a quedarse en casa para evidenciar ante el mundo “la farsa electoral” provocó una escasa afluencia a los centros de votación. Ortega fue felicitado por aliados como Rusia, China, Cuba, Venezuela, Siria, Irán, Corea del Norte y Vietnam.

La comunidad internacional debe medir el impacto de los bloqueos económicos para no condenar a los 6,6 millones de nicaragüenses que afrontan graves problemas de pobreza y desempleo. El 44% de los hogares reportaron menos ingresos durante el primer semestre de 2021, según un informe de noviembre del Banco Mundial. El hambre en Nicaragua también ha aumentado. El 26% de los hogares admiten haberse quedado sin alimentos durante el último mes previo a la encuesta, un 8% más que el año pasado. La abogada y vecina de Managua Ana Torres, nombre ficticio por miedo a represalias, relata a este diario que los nicaragüenses ya sienten el miedo ante las posibles consecuencias de las sanciones internacionales: “Nos vamos a convertir en una segunda Venezuela. No va a haber suministros”. Ana cuida de los dos hijos de su hermana, exiliada en EE UU tras ser hostigada por publicar fotos en Facebook de entierros nocturnos durante la pandemia que las autoridades trataban de ocultar.

Ortega tiene previsto organizar un “diálogo nacional” para legitimarse en el poder ante la campaña internacional de la oposición. Los partidos ilegalizados organizaron concentraciones de emigrantes nicaragüenses “contra la dictadura de Ortega” en Madrid, Roma o Washington. Moreno mantiene desde el exilio sus esperanzas para recuperar libertades democráticas en la presión internacional: “El mundo tiene cada vez más claro que Nicaragua vive bajo la dictadura del régimen Ortega-Murillo. Exigimos un diálogo real y unas nuevas elecciones con garantías democráticas”.