Sucesos
La reina de belleza que fue a confesarse a la Iglesia y acabó asesinada por el sacerdote
El cura amordazó, abusó sexualmente de ella y violó a Irene Garza, antes de tirarla al río
Irene Garza era una reina de belleza muy creyente, tanto que acudí con regularidad para escuchar misa. Un día, decidió confesarse con el sacerdote de la Iglesia del Sagrado Corazón en la población de McAllen en Texas, Estados Unidos. No regresó a dormir y sus padres, alertados porque no podían comunicarse con ella, llamaron a la policía.
El suceso data de 1960. Las autoridades comenzaron la búsqueda y hablaron con John Bernard Feit, quien estaba destinado temporalmente en la iglesia y tenía 27 años. Dijo no saber nada, y días después, tras haberse encontrado una cartera negra tirada en el terreno y un zapato, un hombre que paseaba por la zona encontró el cuerpo en un canal de irrigación. La joven tenía 25 años cuando murió. Su fallecimiento fue registrado el 16 de abril de aquel año.
Garza fue elegida Miss Sur de Texas en 1958; pero además era maestra de segundo grado en una escuela primaria. Dos semanas después, los investigadores hallaron un aparato que resultó ser del sacerdote. Al interrogarle, solo mostró su negativa de haber cometido el crimen, ni siquiera que la había confesado, incluso después de que un hombre que también trabajaba en la iglesia asegurara que vio a Feit con varias heridas y arañazos a la noche siguiente en la que Irene desapareció.
El clérigo, después de varios intentos, confesó por fin que la confesó aquel día, pero siguió diciendo que no sabía nada más. Él seguiría libre hasta que apareció en escena María América Guerra, una estudiante de 20 años que denunció que, casi un mes antes de la desaparición de Irene, había sido atacada por el sacerdote. El sacerdote fue arrestado y acusado del intento de violación de Guerra, pero el fiscal consideró que las pruebas eran demasiado débiles para una condena, así que pronto quedó libre.
Toda la polémica le obligó a colgar los hábitos en 1970. Trabajó siempre al amparo de la iglesia, se casó, tuvo hijos y nietos. Pero en 2002, el jefe de policía de McAllen, Víctor Rodríguez, reabrió el caso y apareció el testigo estrella: el monje de Oklahoma, Dale Tacheny.
Tacheny confesó lo que sabía: el cura le dijo que había atacado una mujer y le había matado, tras llevarla a la fuerza a un sótano. La ató, la amordazó, abusó sexualmente y la dejó allí. Luego la llevó hasta la iglesia, la obligó a meterse en una bañera, la dejó amordazada y le envolvió la cabeza en plástico. Cuando volvió, ya estaba muerta y la tiró al canal.
En febrero de 2016 y con 83 años, fue arrestado en su casa de Arizona. HEn diciembre de 2017, fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua. Había eludido la cárcel durante más de cinco décadas, y finalmente se acabó haciendo justicia. John Bernard Feit murió en prisión en febrero de 2020, con 87 años.
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