Vuelven las protestas contra la brutalidad policial a Mineápolis tras la muerte de otro joven afroamericano

Cientos de manifestantes tomaron las calles del centro de la ciudad estadounidense de Mineápolis este fin de semana pidiendo justicia tras la muerte de Amir Locke, un joven afroamericano de 22 años, en un tiroteo policial durante una redada sin previo aviso en su apartamento ubicado en la ciudad de Saint Paul.

La multitud congregada en las protestas no paró de corear consignas como “sin justicia, no hay paz”, “justicia para Amir Locke y para todas las vidas robadas” y “paren la guerra contra la América negra” días después que Locke fuera asesinado a tiros en su propia casa.

El día después del asesinato, la policía publicó un vídeo de la redada que mostraba a Locke acostado sobre un sofá cuando cuatro agentes abrieron la puerta con una llave, sin llamar ni avisar previamente.

Entraron gritando “¡Orden de allanamiento!”, “¡Manos arriba!” y “¡Al suelo!”, mientras avanzaban y alumbraban el espacio con linternas justo antes de que lo mataran. Los abogados de la familia de Locke dijeron que no tenía antecedentes penales.

“No merecía que le arrebataran la vida de la forma en que lo hicieron. ¿Por qué mi hijo no pudo enterrarme?”, dijo el padre del fallecido, que también participó en la marcha, a ‘The New York Times’.

Este nuevo caso de violencia policial en Mineápolis reavivó el debate sobre la práctica de las autoridades denominada “redadas sin llamar” y que provocó una gran indignación hace dos años cuando un oficial mató a Breonna Taylor durante una operación similar.

Minesota fue el epicentro de las protestas de 2020 por la brutalidad policial contra los afroamericanos, tras la muerte de George Floyd, otro afroamericano, en mayo de aquel año a manos de un policía blanco. Dicho asesinato desencadenó la mayor ola de marchas y disturbios raciales en EE UU desde finales de la década de los 60 tras el asesinato de Martin Luther King en 1968.