Polémica

Trump: “Que exista el mal no es razón suficiente para desarmar a quienes respetan la ley”

El ex presidente de EE UU inaugura la conferencia anual de la Asociación Nacional del Rifle

El ex presidente Donald Trump habla durante el Foro de Liderazgo en la Reunión Anual de la Asociación Nacional del Rifle
El ex presidente Donald Trump habla durante el Foro de Liderazgo en la Reunión Anual de la Asociación Nacional del RifleMichael WykeAgencia AP

72 horas después de una de las matanzas escolares más mortíferas de la historia reciente de Estados Unidos, la Asociación Nacional del Rifle (RNA, por sus siglas en inglés) organizaba su Convención Anual en Houston, Texas. El mismo estado donde tres días antes morían 21 personas, 19 de ellas niños de entre 8 y 11 años, en el tiroteo masivo de la escuela primaria de Uvalde.

“Asista a uno de los eventos políticamente más significativos y populares del país con los principales líderes de la Segunda Enmienda de nuestra nación”, da la bienvenida el mensaje de registro previo al evento, en referencia al derecho constitucional de los estadounidenses a poseer y portar armas que se escribió hacer más de 200 años por los padres fundadores del país.

Aunque su venta y, especialmente, su uso se ha convertido en tema partidista donde los haya. Las armas de fuego y la mentalidad que se tiene entorno a ellas define actualmente en Estados Unidos las diferencias fundamentales en las políticas de demócratas y republicanos. Posturas antagónicas, reflejo de una sociedad cada vez más polarizada.

Estados Unidos tiene más armas que ciudadanos. Se calcula que hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses. Y es que su venta se ha triplicado en las últimas dos décadas en el país. Las matanzas también. 212 tiroteos masivos en lo que va de 2022, más que días del año.

Cualquier persona, a partir de los 18 años, puede comprar un arma de fuego en apenas unos minutos. Si tiene antecedentes penales o algún problema de salud mental, puede incluso evitar el proceso de verificación puesto en marcha en los puntos de venta. ¿Cómo? Acudiendo a una feria de armas.

Con entrada gratuita y por orden de llegada, cientos de personas se dan cita cada año en la más importante del país y una de las más destacadas del mundo. La Convención Anual de la RNA es el Disney World de los adeptos a las armas de fuego.

Los niños también tiene permitida la entrada. Familias enteras procedentes de todo el país disfrutan de los últimos modelos de pistolas, fusiles, municiones, cargadores, cuchillos, navajas, espadas, granadas y todo el arsenal que cualquier militar podría utilizar en una guerra.

Miles de ejemplares de todo tipo de armamento expuesto y a la venta se suman a las otras tantas que los asistentes pueden traer desde sus casas, sin necesidad de pasar por el control de seguridad. La entrada de las armas de fuego también está permitida.

Portar armas de fuego está siempre permitido en este macro evento y para comprarlas no de debe cumplir ningún requisito previo. Ni siquiera la verificación de antecedentes. Aunque, paradójicamente, las armas estuvieron prohibidas durante el discurso de Trump, invitado especial en el Foro Anual de Liderazgo de la NRA este año.

El Servicio Secreto, responsable de la seguridad de los ex presidentes estadounidenses, prohibió a los asistentes a la Conferencia en la que participa Donald Trump tener armas de fuego, alegó la RNA ante las críticas. Armas tales como cuchillos, accesorios, municiones, punteros láser, gas pimienta, pistolas de juguetes, mochilas y otros artículos sospechosos que pudieran poner en riesgo su participación.

Antes del discurso de Trump, algunos republicanos de peso decidieron a última hora cancelaron su asistencia a la feria de armas en un significativo gesto de “buena conciencia”, como justificó el Larry Gatlin, conocido por sus puntos de vista conservadores y replicando la decisión del gobernador de Texas, Gregg Abbott, de cancelar su participación haciéndola coincidir con una conferencia de prensa sobre la trágica matanza escolar en Uvalde.

En su discurso, Trump se ciñó al guion de los republicanos al atribuir la masacre a la salud mental del atacante, un joven de 18 años llamado Salvador Ramos, y arremetió contra “los grotescos esfuerzos” de los demócratas para un mayor control en la compra de armamento.

“Las políticas de control de armas impulsadas por la izquierda no habrían hecho nada para evitar el horror que tuvo lugar. Absolutamente nada”, afirmó el expresidente. La receta del republicano, ovacionado varias veces, pasa por instalar detectores de metales en los accesos de los colegios y reforzar el blindaje de las puertas, pero en ningún caso limitar el acceso a las armas porque, dijo, “la única manera de frenar a un mal tipo con un arma es un buen tipo con un arma”.

El ex presidente leyó el nombre de las 21 víctimas con el sonido de campanas repicando de fondo y apuntó directamente al atacante: “el monstruo que cometió este crimen es pura maldad, pura crueldad, puro odio”. Y consideró que en ningún caso se puede culpar a “la maravillosa NRA” por estos crímenes.

Muchos conservadores que defienden el derecho a las armas sugieren ahora que sean los profesores los que las posean en las aulas. Otra gran mayoría parece estar de acuerdo en fortalecer el proceso de verificación de antecedentes y también en prohibir que los fusiles de asalto puedan estar en manos de civiles, a juzgar por la conversación abierta en redes sociales convertida en “tendencia” el viernes, coincidiendo con la Convención.

Casi a las puertas del recinto, a pocos metros de distancia, la convocatoria de una protesta multitudinaria contra la actual legislación de armas de fuego en Estados Unidos, con participantes procedentes de todo el país, auguraba convertir la cita en foco de crispación nacional tras la masacre en la pequeña comunidad texana de Uvalde.