Elecciones

Fico Gutiérrez, el candidato de la derecha colombiana que apuesta al “sentido común”

El más joven de los aspirantes en las elecciones presidenciales procede de la clase media e inició su carrera política trabajando con Sergio Fajardo

El candidato presidencial por la coalición Equipo por Colombia, Federico Gutiérrez
El candidato presidencial por la coalición Equipo por Colombia, Federico GutiérrezCarlos OrtegaAgencia EFE

Nadie duda que Gustavo Petro termine primero en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo 29 de mayo en Colombia. Las más recientes encuestas, como la del Centro Nacional de Consultoría (CNC) lo ubica de primero con un sólido 41%. El segundo puesto lo ocupa Federico “Fico” Gutiérrez (23,9%), el exalcalde de Medellín entre 2016 y 2019, que de llegar en esa posición se batiría en el balotaje del 19 de junio como candidato único frente al exguerrillero.

Allí está el objetivo del ingeniero civil de la Universidad de Medellín, especializado en alta gerencia y ciencias políticas en la Universidad Pontificia Bolivariana: llegar al escenario más polarizado posible frente a Petro para reunir a todas las fuerzas que adversan una llegada de la izquierda radical al poder.

Gutiérrez es el más joven de los competidores en 2022, con 48 años que porta con vestimenta informal y pelo largo. Procede de la clase media e inició su carrera política trabajando con Sergio Fajardo, quien también gobernó Medellín y compite en 2022 por la presidencia del país ubicándose cuarto en las encuestas.

En 2008 obtuvo el premio Joven ejecutivo junior en Antioquia en la categoría de asuntos políticos, legales y gubernamentales, reconocimiento concedido por la Cámara Junior de Colombia. En 2009 fue elegido como Joven sobresaliente del año en Colombia en la misma categoría. Ha sido consultor en seguridad urbana en varios países de Sudamérica y Docente Universitario.

Fue concejal en la capital de Antioquia por ocho años antes de conducirla como alcalde, cargo al que llegó por el apoyo de un movimiento de firmas ciudadanas llamado Creemos. Antes se había relacionado con el partido de La U, la escisión del Partido Liberal que apoyó al expresidente Álvaro Uribe y a su sucesor Juan Manuel Santos.

El mensaje de Fico es que es capaz de gobernar “con la gente” y en la gestión pública basada en la confianza ciudadana. Sus planteamientos durante la campaña presidencial han incluido sus llamados a cerrar brechas sociales, garantizar seguridad, inserción laboral, educación con pertinencia para niños y jóvenes y mirar hacia el campo con el aumento de inversión en las vías terciarias. Ha dicho también que el crecimiento económico lo impulsaría generando más empleo y producción local, al tiempo que ha insistido en la importancia de reforzar la policía judicial, la investigación y la inteligencia en seguridad.

El candidato de la centro-derecha ha dejado claro que no restablecería las relaciones diplomáticas con Caracas ni reconocería al régimen de Nicolás Maduro como legítimo, pero sí negociaría con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). En ese sentido, ha reiterado que dará cumplimiento a los acuerdos de paz con las Farc alcanzados en 2016, “pero voy a hacer que cumplan porque las Farc no han cumplido. Entregaron solo el 50 % de las armas y ahí están las disidencias felices, no han reparado”.

Son planteamientos de quien tiene experiencia local aunque las circunstancias lo han puesto en la primera línea nacional. Allí llegó al ganar la consulta de la coalición Equipo por Colombia, que reúne a los candidatos de la centroderecha y donde el uribismo, por primera vez en dos décadas, no presentó un abanderado fuerte. Los 2,1 millones de voto que consiguió para lograr la nominación lo pusieron en el mapa donde otras figuras eran más conocidas, y a las que ha podido superar en la carrera electoral.

Gutiérrez ha aprovechado ese desconocimiento para construir una imagen fresca, sin manchas. De hecho, ha dejado claro que no representa el continuismo, a pesar de ser apoyado por fuerzas que respaldan al actual mandatario Iván Duque, y ha cargado contra la corrupción. A su juicio, el mayor peligro en estos comicios es que Gustavo Petro alcance la primera magistratura y conduzca a Colombia por las veredas que ha atravesado Venezuela bajo el mando del chavismo. También se ha alejado de las etiquetas ideológicas, afirmando que mejor que derecha, izquierda o centro es el “sentido común”.

Pero sus posturas y crecimiento hasta ahora, a pesar de la simpatía que despierta en el cara a cara, no le han permitido consolidar su segundo lugar y, por tanto, la esperanza del balotaje. Desde abril sus números en sondeos de opinión no muestran mayor cambio, y el candidato Rodolfo Hernández ha venido mejorando los suyos. Tanto, que algunos hablan de que ya le “pisa los talones”, algo que Fico ha negado con vehemencia.

Lo que está claro es que la polarización sigue siendo entre Gutiérrez y Petro. En un debate televisado este lunes, llovieron las acusaciones directas entre ambos por relaciones turbias con criminales, transparencia electoral, deseos de “venezolanizar” a Colombia, reformas en las pensiones y política petrolera, entre otros asuntos.