Narcotráfico

El día que el hijo de “El Chapo” Guzmán fue asesinado por un error del propio Cártel de Sinaloa

Édgar Guzmán, que acababa de comenzar sus operaciones de tráfico de drogas, fue sorprendido por una redada de narcotraficantes

Édgar Guzmán López
Édgar Guzmán LópezRedes Sociales

El 8 de mayo de 2008, sicarios del Cártel de Sinaloa asesinaron por confusión a Édgar Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Una fecha que desde la organización narcotraficante recuerdan con mucha tristeza por el error fatal que supuso la muerte de uno de los “chapitos”.

De acuerdo con relatos recopilados por el periodista Miguel Ángel Vega, en su libro El Fixer, el joven había sido “acribillado por errores de cálculo de la célula de inteligencia del Cártel”, pues Édgar Guzmán acababa de comenzar sus operaciones de tráfico de drogas.

Hasta la fecha, existen dudas que atribuyen la culpabilidad a los Beltrán Leyva, facción que había declarado la guerra a “El Chapo” Guzmán y a Ismael Zambada García, el Mayo.

El cineasta que ha documentado lo más profundo del Cártel de Sinaloa en los últimos catorce años verificó la participación de los sicarios en aquella fatal tragedia que, según relatos de aquel entonces, dejó a la capital de la entidad sin flores, porque más de cincuenta mil flores fueron destinadas al fallecido.

Uno de los integrantes del brazo armado sobrevivió por accidente y pudo contar lo que sucedió con sus compañeros. Identificado como Jesús, este sujeto dijo a medios locales que los operadores del Cártel de Sinaloa se confundieron en el contexto de la disputa contra los Beltrán Leyva.

El día que murió, el hijo de “El Chapo” Guzmán se encontraba en el apartamento de un centro comercial del Desarrollo Urbano Tres Ríos, con César Ariel Loera y Arturo Meza Cázares, hijo de Blanca Margarita Cázares, la Emperatriz, quienes también murieron en el ataque. Un comando, de más de veinte personas, bajaron de cinco furgonetas y abrieron fuego contra ellos, al suponer que se trataban de rivales. Más de 500 proyectiles fueron lanzados.

Jesús se enteró del crimen y llamó a sus compañeros para explicar que el hijo del Chapo Guzmán había fallecido en la contienda. Jesús sobrevivía en el negocio, pero una década más tarde se involucró de nuevo como traficante de drogas independiente a la sombra de la facción en que comenzó.

De acuerdo con el narcotraficante, todos los protagonistas de ese suceso fueron asesinados y él decidió abandonar la organización criminal.