EEUU

Investigan papeles secretos de Biden aparecidos en una oficina particular del presidente

La Casa Blanca está cooperando con la justicia para esclarecer esta presunta irregularidad

El presidente de Estados Unidos, en el Despacho Oval de la Casa Blanca
El presidente de Estados Unidos, en el Despacho Oval de la Casa BlancaPatrick SemanskyAgencia AP

Los Archivos Nacionales de Estados Unidos, fundados por el Congreso en 1934, son los guardianes de los pliegos más importantes de este país. Protegen documentos históricos como la Declaración de Independencia, la Constitución y la Carta de Derechos, pero también información secreta altamente clasificada. La institución es además el destino final del trabajo de los Gobiernos que pasan por la Casa Blanca, eso sí, los cargos federales están obligados por ley a renunciar a estos documentos cuando terminan su servicio. Parece que ni el expresidente Donald Trump, ni el actual mandatario, Joe Biden, tienen claro este último aspecto. Si el pasado mes de agosto saltaba la noticia de que Donald Trump guardaba documentos clasificados en su casa de Mar-a-Lago (Florida), ahora es el propio Biden el que no devolvió material sensible a los Archivos Nacionales cuando salió de la Casa Blanca en el 2019 con su cargo de exvicepresidente.

La noticia ha pillado al mandatario estadounidense de visita en México, donde asiste a una cumbre con los líderes de las naciones vecinas de EE. UU. Aunque la información se conoce ahora, los 10 documentos clasificados como confidenciales fueron descubiertos el pasado 2 de noviembre de 2022 (6 días antes de que se celebraran las elecciones de medio mandato) en una oficina privada de Biden, según ha explicado en un comunicado su asesor especial, Richard Sauber. En dicha declaración, Sauber también asegura que ese mismo día se notificaron los hechos y los Archivos Nacionales fueron a recoger los documentos a la mañana siguiente. ¨La Casa Blanca está cooperando con los Archivos Nacionales y el Departamento de Justicia respecto al descubrimiento de lo que parecen ser registros de la administración de Obama y Biden, incluidos un pequeño número de documentos marcados como clasificados¨, reza el comunicado.

El anuncio no podía llegar en peor momento para el líder estadounidense. Justo cuando arranca el año legislativo en el Congreso, con los republicanos al frente de la Cámara Baja preparándose para convertirse en la peor pesadilla de Biden a golpe de investigación (los republicanos dejaron claro que si ganaban la Cámara pedirían una investigación sobre la actual Administración y el hijo del mandatario, Hunter). Ahora se frotan las manos porque creen que esta situación fortalecerá sus acusaciones contra el demócrata. Tampoco ha tardado en reaccionar Trump, que ha pedido a través de su plataforma Truth Social que los investigadores registren las propiedades de Biden como hicieron en su caso. “¿Cuándo va a registrar el FBI una redada las numerosas casas de Joe Biden, quizá incluso la Casa Blanca? Estos documentos definitivamente no estaban desclasificados”. El exmandatario hace referencia al estatus de los documentos porque cuando el FBI requisó los documentos secretos en su mansión de Mar-a-Lago, en un intento de evadir responsabilidades, dijo que él mismo había desclasificado todos los documentos que tenía en su propiedad y por eso se los llevó.

¨El presidente ha sido muy crítico con el hecho de que Trump llevara por error documentos clasificados a su residencia, ahora parece que él pudo haber hecho lo mismo¨, ha dicho el representante republicano de Kentucky James Comer, !¡qué irónico!”. Comer tienen precisamente bajo supervisión de su comisión los Archivos Nacionales. Muchos detractores del demócrata recuerdan las palabras que Biden dijo en una entrevista concedida a un programa de televisión en septiembre, cuando él mismo se preguntaba “¿Cómo es posible que eso ocurra? ¿Cómo alguien puede ser tan irresponsable? Yo pensé: ¿qué datos había ahí que pudieran comprometer las fuentes y los métodos? Me refiero a los nombres de las personas que ayudaron. Es totalmente irresponsable”. Nada que ver con la respuesta que daba ayer a los periodistas que le preguntaban por los documentos incautados en su oficina. El mandatario cerraba la boca e incluso se le escapaba una pequeña sonrisa.

Lo cierto es que hay varias diferencias entre la actuación del líder republicano y el demócrata. En el primer caso, los propios abogados de Biden dieron la voz de alarma y entregaron los 10 documentos clasificados a las autoridades pertinentes. En el caso de Trump, el Departamento de Justicia tuvo que registrar su casa y oficinas al menos 4 veces para recuperar los 325 documentos secretos, muchos de ellos considerados altamente clasificados y secretos.

El FBI y el Departamento de Justicia ya están en marcha. El secretario de Justicia, Merrick Garland, nombrado por Biden, ha abierto una investigación, pero le ha pedido al fiscal federal de Chicago, John Lausch (elegido por Trump), que revise el asunto en un intento de mostrar imparcialidad en la investigación. Unas pesquisas que llegan cuando el mandatario estadounidense está a punto de hacer pública su decisión sobre si presentará a o no su candidatura para las elecciones presidenciales del 2024. Ahora habrá que ver, cuánto daño pueden hacerle estás últimas revelaciones y cuanto benefician a su contrincante republicano.