EE UU
Hallados documentos clasificados en la casa de Mike Pence, el exvicepresidente de Trump
Un abogado del político republicano halló los registros la semana pasada y los entregó al FBI, según adelantó la CNN
Primero fue Donald Trump, después Joe Biden y ahora Mike Pence. La saga de los papeles clasificados que los altos cargos públicos estadounidenses mantienen en su poder tras culminar su mandato, en contra de lo permitido por la ley, no parece haber hecho más que empezar.
El ex vicepresidente de Estados Unidos durante la presidencia del republicano Donald Trump (2017-2021), Mike Pence, se unía voluntariamente al último escándalo político en Washington al informar al Congreso este martes del descubrimiento de papeles con marcas clasificadas entre sus pertenencias personales de la casa que la familia Pence tiene en Carmel, Indiana.
Tras los recientes hallazgos delos papeles de Biden en dos ubicaciones distintas con material del presidente demócrata, el equipo de Mike Pence decidió revisar la documentación almacenada en sus oficinas privadas, tanto las del grupo de defensa política Advancing American Freedom como las de su residencial familiar en el estado de Indiana, encontrando en esta última una pequeña cantidad de posibles documentos clasificados de su época de vicepresidente de Estados Unidos.
El reciente hallazgo se produjo el pasado lunes 16 de enero. Pence informó automáticamente a los Archivos Nacionales, que fueron notificados el 18 de enero sobre dos pequeñas cajas con posibles documentos clasificados encontrados en la vivienda de los Pence en Carmel, a 40 kilómetros al norte de la ciudad de Indianápolis, en el estado de Indiana. Otras dos cajas contenían copias de los documentos de su vicepresidencia bajo el mandato de Trump.
El equipo de abogados de Pence, encabezado por Greg Jacob, protegió el material guardándolo en una caja fuerte y procedió a notificar a Kate Dillon McClure, directora interina de Archivos y Registros Nacionales de la División de Enlace de la Casa Blanca, poniendo en su conocimiento la delicada situación del hallazgo de los documentos “que contienen marcas clasificadas”.
Los Archivos Nacionales, a su vez, informaron al FBI y al Departamento de Justicia de Estados Unidos, siguiendo las normas del procedimiento habitual en estos casos.
Las autoridades recopilaron la documentación de la vivienda de los Pence la noche del jueves 19 de enero, mientras el ex vicepresidente se encontraba en la capital participando en la cita anual de la Marcha por la Vida (March for Life), la primera celebrada tras la polémica renovación de la ley del aborto vigente durante el último medio siglo.
El FBI y la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia iniciaron una revisión de los documentos para identificar cómo habían llegado hasta la residencia de Mike Pence en Indiana. La naturaleza de la documentación o el nivel de sensibilidad de los registros clasificados, como en el caso de Joe Biden, no ha trascendido todavía.
Los congresistas y senadores de ambas formaciones políticas no daban crédito a la información, que salpicaba como noticia de última hora todas las portadas de la prensa nacional este martes por la tarde hora española.
Almacenar estos documentos “parece que está proliferando, no lo entiendo”, reaccionó poco después John Corny, senador republicano por Texas, desde los pasillos del Capitolio. “Cualquiera que trate con materiales clasificados sabe que deben mantenerse en un lugar seguro y no estar disponibles para nuestros adversarios colocándolos en un sitio fácilmente penetrable. Así que esto no es bueno”, recalcó sorprendido el legislador republicano.
“Los estándares que aplicamos aquí son muy diferentes en términos de nuestro acceso a estos documentos y lo que podemos hacer con ellos. Simplemente no puedo explicarlo. Si es un mal trabajo del personal, que así sea. Pero, en última instancia, los responsables electos deben ser responsables”, denunció el senador demócrata Dick Durbin.
Para alivio de Donald Trump, y también del actual presidente Joe Biden, son ya tres los mandatarios que tienen ahora abierta una investigación con el Departamento de Justicia por la misma causa, rebajando la trascendencia que el asunto generó tras los primeros registros en la mansión del magnate neoyorkino en Mar-a-Lago, que denunció desde el principio una caza de brujas puesta en marcha contra él.
El escándalo de los papeles clasificados ya no entiende de partidos ni de cargos públicos, afectando por igual a demócratas y republicanos y, por ahora, a las posiciones políticas más destacadas del país. Aunque Trump, Biden y Pence podrían ser sólo la punta del iceberg de una saga que continúa, mientras aumenta la incertidumbre sobre quién será el próximo alto cargo que encuentre más documentación de naturaleza clasificada entre sus pertenencias.
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