El 50º aniversario del golpe de Pinochet agrava la polarización en Chile

Unánime fue el fallo de la Corte Suprema de Santiago que condenó a los exmilitares Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto a 25 años de cárcel por delitos de secuestro y homicidio calificado en contra de Littré Quiroga y el cantautor Victor Jara, durante el Golpe Militar de Augusto Pinochet en septiembre de 1973. Rolando Melo Silva, también imputado, fue sentenciado a 8 años por encubrir ambos crímenes.

El caso de Victor Jara, quien fuese un célebre compositor y cantautor chileno, era miembro activo del Partido Comunista y fue arrestado, torturado y asesinado por militares durante la dictadura, siendo su caso internacionalmente conocido.

Esta semana, 50 años después, la condena final, que ya había pasado varias etapas legales, cayó como un balde de agua fría a los exmilitares y como una señal de justicia para los familiares de ambos asesinados. Respecto a la condena, el Senador del Partido Por la Democracia (PPD), Ricardo Lagos Weber, valoró la búsqueda permanente de justicia para las víctimas de violaciones de DDHH, “en el caso de los asesinos de Víctor Jara esa condena llega 50 años después y viene a ser un acto de reparación. Creo que cualquier fallo que rompa con la impunidad va en la dirección correcta”, aseguró.

Fue el mismo lunes 28 de agosto, cuando se conoció la sentencia, que la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones de Chile, llegó al domicilio de uno de los condenados, el ex brigadier de 86 años, Hernán Chacón, para proceder a la detención y llevarlo al centro Penitenciario Punta Peuco, acción que yo llegó a concretarse porque Chacón, provisto de un arma, se quitó la vida con un tiro en la cabeza antes de ser detenido.

"El Militar, Hernán Chacón, condenado ayer (por el lunes) por el homicidio de Víctor Jara se suicidó antes de ser trasladado al recinto penitenciario", informó la Policía de Investigaciones a la cadena de radio del Grupo Prisa, ADN.

Reacciones

Conmoción causó en la opinión pública el hecho y las opiniones desde el mundo político no tardaron, aunque la que concitó mayor atención fue la del mismísimo presidente de la República, Gabriel Boric, quien, en el velorio de uno de los exponentes históricos del Partico Comunista chileno, Guillermo Teillier, aseguro: “Murió (Teillier) como un hombre digno, orgulloso de la vida que había vivido. Hay otros que mueren de manera cobarde para no enfrentar a la justicia”.

Para el Senador del partido de derecha Unión Demócrata Independiente (UDI), José Miguel Durana, los dichos de Boric son destemplados y demuestran su lado de extrema izquierda e ideologizado. “Las declaraciones del presidente de la República demuestra el odio que tiene en su alma y corazón y claramente no está a la altura de su alta investidura, porque prefiere dar gestos a la extrema izquierda en vez de representar a la inmensa mayoría de los chilenos que quiere paz, seguridad y mirar con esperanza el futuro de Chile”, dijo el parlamentario.

Coincide con Durana, el también Senador Francisco Chahuán, del Partido Renovación Nacional (RN), en hacer un llamado a la máxima autoridad del país y moderar sus intervenciones, ya que, con ellas, según Chahuán, no favorece un clima pacífico en Chile, mucho menos a pocas semanas de cumplirse 50 años desde el Golpe Militar.

“Las palabras del presidente Boric parecieran ser una apología al desencuentro y lleva a los chilenos a seguir viendo en el retrovisor respecto a lo que ocurrió durante los últimos 50 años, sembrando nuevamente, discordia, odio y desencuentro. Hacemos el llamado para que el presidente esté a la altura del cargo, que mire el futuro del país y no siga generando odio respecto de nuestra historia (…) le pedimos que deje de estar en la pequeña trinchera ideológica”.

Víctimas de la Dictadura

En medio de toda la polémica, Gabriel Boric lanzó el Plan Nacional de Búsqueda de Víctimas de Desaparición Forzada en Dictadura cuyo objetivo es esclarecer las circunstancias de desaparición y/o muerte de víctimas, de manera sistemática y permanente en línea con las obligaciones del Estado de Chile y los estándares Internacionales.

“El anuncio de un Plan Nacional de detenidos desaparecidos es una señal muy importante, se suma al Informe Retig y al gran trabajo de la Comisión Valech. Tenemos el compromiso que esto se transforme en una nueva política pública que apunte a encontrar la verdad, dar justicia y establecer una reparación. Este debe ser un compromiso del Estado de Chile en la búsqueda de detenidos desaparecidos ya que fueron agentes del Estado los que cometieron estas violaciones de DDHH”, asegura el Senador Lagos Weber.

Según datos del Gobierno de Chile, diversas investigaciones judiciales y comisiones relacionadas a los DDHH, en el país durante 1973 y 1990, 3.200 personas fueron asesinadas o hechas desaparecer.