Latinoamérica
Bukele se autoproclama ganador de las elecciones en El Salvador “con más del 85 % de los votos”
El presidente salvadoreño celebra su reelección antes de conocer los resultados y presume de que el Estado ha doblegado a las pandillas
Nayib Bukele, arropado de votos en El Salvador, ha decretado que su país se encamina a tener «un partido único en un sistema plenamente democrático». Lo afirmó desde un balcón del Palacio Nacional, la sede del Ejecutivo, donde se declaró vencedor de los comicios en los que se jugaba su reelección por otros cinco años. «Toda la oposición, junta, quedó pulverizada».
«En toda la historia del mundo, desde que existe la democracia, nunca un proyecto había ganado con la cantidad de votos que hemos ganado este día», dijo Bukele. «Es literalmente el porcentaje más alto de toda la historia. Es la diferencia entre el primero y segundo lugar más alta de toda la historia».
Bukele hizo estas afirmaciones aun cuando el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no había emitido boletín alguno, pero ya defendiendo que había logrado más del 85% de los votos y una mayoría aplastante de 28 de los 60 escaños que se debían escoger para el Congreso «como mínimo, es posible que sean más». El mensaje dado ante una multitud de salvadoreños reunidos frente al palacio de gobierno fue inédito: desde hace más de un siglo ningún candidato se había proclamado como electo antes de que se emitiera un boletín oficial de resultados.
El TSE brindó los primeros datos apenas dos horas después de que Bukele hablara desde aquel balcón. «Nunca en la historia reciente del país hubo tal escasez de información con respecto al conteo preliminar de votos», denunció el medio independiente «El Faro».
De hecho, el conteo fue lentísimo. La autoridad electoral llegó a la medianoche sin haber logrado escrutar la mitad de los votos para presidente, y antes del amanecer dijo tener totalizados el 70,25% de las actas de la elección presidencial y apenas 5% de las legislativas. Allí ya se muestra la imparable tendencia de Nuevas Ideas, el partido de Bukele, sacando 12 veces más votos que su más cercano competidor, el izquierdista FMLN. No hubo información certera sobre los porcentajes de participación, aunque se estimó que un tercio del electorado en el extranjero participó.
En un memorándum, el TSE reconoció dificultades en la transmisión de resultados. Además, atribuyó los problemas a una falta de «seguridad» y «factores ajenos» a la institución, reportados por fiscales y miembros de las Juntas Electorales Municipales y Departamentales. A las 9 de la mañana del lunes instruyó a las juntas electorales departamentales y municipales a entregar las actas originales de cierre para contabilizarlas de manera correcta.
Mientras tanto, ciudadanos escogidos para las juntas receptoras de votos denunciaron irregularidades, incluyendo duplicación de sufragios al introducirlos a los sistemas computarizados, fallas en el sistema de transmisión y condiciones inapropiadas para ciudadanos que conformaron las juntas regionales.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) expresó su «preocupación por la falta de certeza y fallos técnicos en la transmisión de resultados electorales oficiales» en los comicios para elegir presidente y diputados en El Salvador. Hizo un llamado al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para que «garantice transparencia y confiabilidad» en los resultados.
Nada de esto ha impedido ni solapado que Bukele ganó, arrasó. Los gobiernos de Guatemala, Panamá, Honduras y México felicitaron al presidente reelecto incluso antes de tener los resultados oficiales el domingo. Lo propio hizo la embajada de China en El Salvador. El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, felicitó al reelecto gobernante y remarcó la importancia de respetar los derechos humanos y las garantías judiciales. Alemania fue más cauta: «Hemos tomado nota de lo que está ocurriendo en El Salvador. Los electores parecen haberse decidido por el presidente Bukele aunque el conteo no ha terminado todavía», dijo Katrin Deschauer, portavoz del Ministerio de Exteriores germano este lunes.
El asunto de los derechos humanos es clave. Este domingo, en su discurso de victoria, el mandatario recordó que El Salvador pasó de ser «el país más inseguro del mundo» en 2015, a ser el «más seguro del hemisferio occidental». Y agregó: «Estamos a punto de ganar la guerra contra las pandillas». «Ellos (los medios) dicen que los salvadoreños están oprimidos, que los salvadoreños no quieren las medidas de emergencia, que los salvadoreños le tienen miedo al gobierno (…) No me tengan miedo. Sólo soy un político, un funcionario. Crean en el pueblo salvadoreño», dijo.
Bukele insistió en su deseo de «hacer comercio con todos», ser amigos y socios, «lo que no queremos es ser sus lacayos». En El Salvador no hubo homicidios durante la jornada electoral. Puede parecer exagerado poner la lupa en ese dato, pero en El Salvador no es poca cosa. Fue el décimo séptimo día consecutivo sin asesinatos, según confirmaron los datos oficiales publicados por la Policía Nacional Civil (PNC) publicados hoy.
Por otra parte, el Gobierno anunció que subirá los precios del combustible la próxima semana debido a «factores externos» que influyen en el aumento de los precios de los combustibles, como las caídas de reservas de petróleo reportadas por la Agencia Internacional de Energía.
✕
Accede a tu cuenta para comentar