Estados Unidos
Dimite la jefa del Servicio Secreto tras los fallos de seguridad en el atentado contra Trump
Kimberly Cheatle reconoció ayer los errores en el dispositivo de seguridad del mitin de Butler
La directora del Servicio Secreto de EE UU, Kimberly Cheatle no resistió a la presión de los congresistas que pedían su renuncia tras las fallas de seguridad que permitieron el intento de asesinato contra Donald Trump, el pasado 23 de julio en Pensilvania. En su carta de renuncia Cheatle escribió que el «escrutinio durante la última semana ha sido intenso y continuará a medida que aumente nuestro ritmo operativo». Por tanto, dice la funcionaria asume «toda la responsabilidad por la falla de seguridad», reza en la misiva.
«A la luz de los eventos recientes, es con gran pesar que he tomado la difícil decisión de renunciar como su Directora», escribió Cheatle, quien había liderado la agencia desde septiembre de 2022. No está claro cuándo será su último día. Casi de inmediato respondió el presidente Joe Biden, quien aseguró que «continúa la revisión independiente para llegar al fondo de lo que sucedió el 13 de julio, y espero con interés evaluar sus conclusiones», expresó el mandatario. «Todos sabemos que lo que sucedió ese día nunca debe volver a ocurrir. A medida que avanzamos, le deseo lo mejor a Kim y planearé nombrar un nuevo director pronto», se lee en su comunicado.
La renuncia de Cheatle llega un día después de testificar ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, donde se enfrentó a críticas tanto de demócratas como de republicanos por no poder responder completamente a sus preguntas sobre el intento de asesinato.
«La solemne misión del Servicio Secreto es proteger a los líderes de nuestra nación. El 13 de julio, fallamos», dijo Cheatle en la audiencia. «Como Directora del Servicio Secreto de los Estados Unidos, asumo toda la responsabilidad por cualquier falla de seguridad», sentenció en las que fueron sus últimas horas con alguna esperanza de continuar en el cargo.
La audiencia contó con miembros de ambos partidos expresando frustración por el testimonio de Cheatle, en el que no dio respuestas claras sobre cómo el tirador pudo acceder a un techo cercano con una línea de visión clara del expresidente.
«El pueblo estadounidense tiene preguntas. Merecen respuestas. El Congreso merece respuestas», dijo el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, James Comer. «Hoy se le citó para proporcionar respuestas, y, señora, usted no lo hizo», manifestó.
Después de la audiencia, Comer y el principal demócrata del comité, el representante Jamie Raskin de Maryland, emitieron una carta conjunta pidiendo la renuncia de Cheatle.
«Hoy no logró proporcionar respuestas a preguntas básicas sobre esa impactante falla operativa y asegurar al pueblo estadounidense que el Servicio Secreto ha aprendido sus lecciones y ha comenzado a corregir sus errores y fallas sistémicas», decía la carta.La representante republicana de Carolina del Sur, Nancy Mace, presentó una resolución para destituir a Cheatle el lunes por la noche, algo que ahora queda sin efecto.
Los líderes de la Cámara piden un grupo de trabajo investigativo, además de una variedad de investigaciones en curso, los principales líderes del Congreso anunciaron que habrá un grupo de trabajo investigativo bipartidista compuesto por siete republicanos y seis demócratas.
Ese panel hará recomendaciones para cambios en las agencias gubernamentales y posibles leyes necesarias para implementar esos cambios. Se espera que la Cámara vote sobre una resolución para establecer el grupo esta semana.
«Las fallas de seguridad que permitieron un intento de asesinato de Donald Trump son impactantes», dijeron el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, y el líder de la minoría, Hakeem Jeffries, en un comunicado.
«El grupo de trabajo tendrá autoridad para emitir citaciones y se moverá rápidamente para encontrar los hechos, asegurar la rendición de cuentas y asegurarse de que tales fallas nunca vuelvan a ocurrir», se lee en la misiva.
Mientras tanto, las investigaciones sobre los motivos del tirador, el joven de 20 años, Matthew Thomas Crooks siguen siendo un enigma a medida que su teléfono celular no ha ofrecido un mapeo de lo que podría haber pasado por la mente de esta persona.
El FBI ha destapado que las últimas páginas que visitó el joven Crooks antes de perpetrar el atentado que acabaría con su vida fueron pornográficas. también se sabe que estuvo ingresado en un psiquiátrico.
✕
Accede a tu cuenta para comentar