Poder armamentístico

Donald Trump pone a prueba la modernización de las ojivas nucleares llevada a cabo

El presidente estadounidense agita el fantasma nuclear ordenando el primer ensayo atómico en 33 años

EEUU.- AMP.- Trump ordena ensayos con armas nucleares tras las últimas pruebas armamentísticas de Rusia
EEUU.- AMP.- Trump ordena ensayos con armas nucleares tras las últimas pruebas armamentísticas de RusiaEuropa Press

Donald Trump se está acercando peligrosamente a la cuestión nuclear. Después de 33 años sin realizarse ningún ensayo atómicoen Estados Unidos, el presidente ha ordenado al Pentágono que prepare la reanudación de las pruebas debido a que, según él, otras naciones también lo están haciendo. ¨EE UU posee más armas nucleares que cualquier otro país. Esto se logró incluyendo una completa actualización y renovación del arsenal existente durante mi primer mandato¨ aseguraba Trump a través de su plataforma Truth Social.

Trump lanzaba su anuncio poco antes de comenzar una reunión en Corea del Sur (donde se encuentra de gira por Asia) con el presidente chino, Xi Jinping, el líder del país que más rápido está desarrollando su arsenal atómico, pero que tampoco realiza pruebas nucleares desde 1996.

Arsenal nuclear mundial
Arsenal nuclear mundialT. GallardoLa Razón

El alarde de poderío llegaba poco después de que su homólogo ruso, Vladimir Putin, presumiera de que había probado con éxito un súper torpedo con capacidad nuclear que podría viajar bajo el Pacífico y llegar hasta la costa oeste de EE UU. ¨ ¡ODIABA hacerlo, pero no tengo otra opción! Rusia ocupa el segundo lugar y China un distante tercer puesto, pero estarán igualados en cinco años¨. El mensaje era claro, breve y explosivo: ¨ He dado instrucciones al departamento de Guerra¨ antes llamado departamento de Defensa, ¨para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato”. La ambigua frase ha encendido las alarmas en Washington, donde ayer muchos expertos se preguntaban a qué se refería el presidente cuando hablaba de ¨igualdad de condiciones¨, y qué tipo de ensayos podrían ponerse en marcha. Sobre todo porque durante años los ingenieros norteamericanos de armas atómicas han defendido que con las nuevas tecnologías ya no es necesario realizar pruebas nucleares, ya que las simulaciones se pueden hacer en ordenadores sin tener que asumir el riesgo de una detonación, pero cada vez están alzando la voz más partidarios de retomar esos ensayos, defendiendo que necesitan asegurarse de que la modernización de las ojivas nucleares que está llevando a cabo el país es exitosa.

Hace ya semanas, la tensión en las relaciones entre Washington y Moscú va en aumento después de varios intentos fallidos para firmar un acuerdo de paz en Ucrania. Además, Moscú lleva meses alardeando de armamento, sobre todo después de que Ucrania le pidiera a EE UU los misiles Tomahawk, unos proyectiles de largo alcance que a Rusia le preocupan porque podrían llegar hasta la capital de su país. Trump se negó a entregárselos a Volodymyr Zelenski, sabiendo que supondría una escalada del conflicto. El Kremlin insiste en que ninguna de estas pruebas ha requerido de explosiones reales, pero Trump ya no parece confiar en Putin, y su inesperado anuncio suena a advertencia, un recuerdo de que EE UU sigue teniendo el mayor arsenal nuclear del planeta.

La declaración del presidente norteamericano se produce más de 100 días después de que expirara el último tratado de control de armas nucleares entre EE UU y Rusia, el llamado Nuevo START, que limita a los países firmantes a un máximo de 1.500 armas estratégicas desplegadas, refiriéndose a aquellas capaces de cruzar continentes, generalmente en misiles balísticos intercontinentales. El acuerdo START nunca se renovó, pero en la reunión que Putin y Trump mantuvieron en Alaska el pasado mes de agosto para hablar sobre un acuerdo de paz en Ucrania, ambos se comprometieron a respetar estos límites durante al menos un año más mientras se discutía un nuevo tratado. El objetivo era evitar una carrera armamentística similar a la que ya se vivió en la Guerra Fría en un momento tan delicado para el equilibrio global con un tablero geopolítico tambaleándose.