Opinión

Un fenómeno argentino llamado Javier Milei

El 13 de agosto se celebrarán las elecciones primarias abiertas en las que el candidato de extrema derecha puede dar la sorpresa

Candidates for deputies for the City of Buenos Aires, from right, María Eugenia Vidal, from "Juntos por el Cambio" party, Javier Milei from " Libertad Avanza" party, Myriam Bregman from "Frente de Izquierda" party and Leandro Santoro, from "Frente de Todos" party, pose for a picture before a debate prior to legislative elections in Buenos Aires, Argentina, Wednesday, Oct. 13, 2021. Legislative elections are scheduled for Nov. 14, 2021. (AP Photo/Natacha Pisarenko)
Javier Milei el partido "Libertad Avanza" en un debate en 2021Natacha PisarenkoAgencia AP

El próximo domingo 13 de agosto se celebrarán las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en Argentina. Según una encuesta de la consultora Zubán Córdoba, el candidato liberal de extrema derecha, Javier Milei, cuenta con buenos números: es superado por el oficialismo por menos de 3% y por la oposición tradicional por 5.2%. Excéntrico, apasionado y por momentos confuso, este joven político argentino apunta a «desterrar» a la casta política del país austral. Su principal propuesta es la dolarización, permitiendo un tipo de cambio uno a uno entre el peso y el dólar. Esto, con el único objetivo de detener la imparable inflación que sufre el país.

El fenómeno Milei responde a la extraordinaria desafección política en Argentina. Al grito de: «Viva la Libertad» suele arengar a sus seguidores -algunos fanáticos- en eventos de masas. Sin duda, resulta un sujeto llamativo para los medios; de hecho, se puede decir que hace más política en el plató de televisión que en las comunidades. Allí despliega sus controversiales propuestas; como por ejemplo, privatizar la educación pública, legalizar el porte libre de armas y privatizar la principal petrolera YPF. A pesar de que la mayoría de los argentinos rechazan dichas propuestas, lo cierto es que el apoyo, nada desdeñable, responde a un deseo de castigar a los «políticos de siempre».

El hartazgo es evidente, sin embargo, este extraño liderazgo liberal podría significar -más que un proyecto a largo plazo -una reacción ante el desespero por una situación económica que sigue empeorando con el pasar de las semanas. En ese contexto, resultaría llamativo que se apoye a un candidato que propone políticas impopulares so pretexto de que resulta necesario desplazar a una clase política corrupta e ineficiente.

*Socio director y fundador de Thinko Consulting amotta@thinkoconsulting.com

@mottafocus