EE UU
¿Por qué se está cuestionando la salud mental de Trump? Un prestigioso psiquiatra asegura que podría sufrir “demencia”
"Si llegara a ser presidente de EE UU, tendría que ser destituido inmediatamente de su cargo mediante la Enmienda 25", asegura Lance Dodes
Un destacado psiquiatra, en medio de especulaciones sobre el estado de salud mental de Donald Trump, aseguró recientemente que hay pruebas "abrumadoras" de que el expresidente de EE UU sufre demencia.
Lance Dodes, analista supervisor emérito de la Sociedad e Instituto Psicoanalítico de Boston y profesor retirado de la Facultad de Medicina de Harvard, estuvo entre los citados recientemente por Duty To Warn, que se describe a sí misma como una asociación de profesionales de la salud mental preocupados por Trump.
"Si llegara a ser presidente, tendría que ser destituido inmediatamente de su cargo mediante la Enmienda 25 por ser peligrosamente incapaz de cumplir con las responsabilidades del cargo", añadió Dodes, quien también es un miembro distinguido de la Academia Estadounidense de Psiquiatría de Adicciones, citando el mecanismo de 1967 que permite la destitución de un presidente por incapacidad.
En otra declaración publicada al mismo tiempo, la psicóloga neoyorquina Suzanne Lachmann dijo que Trump, de 77 años, "aparentemente olvidaría cómo comenzaba la oración e inventaría algo en el medio", lo que resultaría en "una ensalada de palabras incomprensible", un comportamiento que, según ella, se observa "frecuentemente en pacientes que tienen demencia".
Mientras tanto, John Gartner, psicólogo y exprofesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, defendió el olvido de Biden como un signo natural de su edad, pero fue autor de una petición que argumenta que Trump está "mostrando signos inequívocos que sugieren fuertemente demencia".
Los tres profesionales de la salud mental han criticado anteriormente el estado mental del exmandatario. Lachmann estuvo entre los defensores de la petición de Gartner, mientras que Dodes y Gartner estuvieron entre los autores de un libro de 2017, The Dangerous Case of Donald Trump, que generó preocupaciones sobre su salud mental durante su primer mandato.
Otros críticos de Trump también han cuestionado la salud mental del expresidente. Su sobrina, Mary Trump, afirmó anteriormente que su tío era convincente en su juventud, pero que ahora mostraba signos de "trastornos psiquiátricos no tratados".
Las últimas preocupaciones surgen cuando Biden, el rival de Trump en las elecciones de noviembre, ha enfrentado preguntas constantes sobre su edad y agudeza mental por una serie de meteduras de pata públicas, que los republicanos han utilizado para dar a entender que el actual inquilino de la Casa Blanca no es apto para continuar como presidente por otro mandato.
Tanto él como Trump han recibido certificados de salud relativamente limpios de sus respectivos médicos. En una carta de noviembre, el doctor Bruce Aronwald aseguró que la "salud general de Trump es excelente" y que "sus exámenes cognitivos fueron excepcionales".
Trump se ha jactado de haber superado las pruebas cognitivas en más de una ocasión. Mientras hablaba con Fox News en enero, Trump abordó la sugerencia de su rival republicana Nikki Haley de que su edad estaba afectando la cognición al desafiarla a comparar pruebas cognitivas.
"Creo que soy mucho más inteligente que ella", señaló Trump. "Yo haría esto: me sentaría ahora mismo y haría una prueba de aptitud, y sería mi resultado contra el de ella. Y ella no va a ganar. Ni siquiera se acercará a ganar".
Sin embargo, a medida que se acercan las elecciones, es probable que un número cada vez mayor de críticos de Trump y Biden se pronuncien en contra de que asuman la presidencia por segunda vez por sus supuestos problemas cognitivos.
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