Reino Unido

Un laborista galés acusado de acoso se quita la vida

Carl Sargeant fue cesado como ministro regional tras las denuncias de abuso sexual.

El exministro del Gobierno laborista galés Carl Sargeant
El exministro del Gobierno laborista galés Carl Sargeantlarazon

El exministro del Gobierno laborista galés Carl Sargeant, suspendido de cargo y militancia el pasado 3 de noviembre entre acusaciones de mujeres sobre conducta inapropiada, ha sido hallado muerto, confirmó hoy la policía del Norte de Gales.

El escándalo sexual que ha puesto en el punto de mira a los políticos británicos sumó ayer un trágico episodio cuando el ex ministro del Gobierno laborista galés Carl Sargeant, investigado por supuesta conducta inapropiada, fue hallado muerto en su domicilio. El laborista, de 49 años, que estaba al frente de la cartera de Comunidades e Infancia en el Ejecutivo regional, había sido suspendido de cargo y militancia el viernes entre acusaciones de abusos por parte de varias mujeres. El superintendente de la Policía galesa, Mark Pierce, confirmó que se había hallado su cuerpo por la mañana en su domicilio de Connah’s Quay (noreste galés) y precisó que su muerte «no se consideraba sospechosa». Los medios locales aseguran que se trata de un suicidio.

El ministro principal galés, el laborista Carwyn Jones, explicó que había decidido remitir a la dirección del partido el caso de Sargeant, a fin de que fuera investigado, después de recibir quejas de varias mujeres. Tras conocer la situación, el afectado dijo la semana pasada que las denuncias eran «perturbadoras» y que esperaba «limpiar su nombre». La familia de Sargeant, casado y con dos hijos, expresó en un comunicado su tristeza por la pérdida de «un esposo, un padre y un amigo muy querido», que era «el corazón de la familia».

La noticia causó ayer gran conmoción en el escenario político. La agenda de la Asamblea galesa fue suspendida en señal de duelo y Jones alabó la contribución del fallecido a la vida pública. Por su parte, el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, dijo estar en «profundo shock» por «la terrible noticia». «Mis pensamientos y empatía están con su familia y sus amigos», escribió en Twitter. El suceso tiene lugar en medio de la gran tormenta que se vive en Westminster, donde varios diputados han sido suspendidos o están bajo investigación por llevar a cabo comportamientos inapropiados en los últimos años.

El Partido Conservador de la ya debilitada Theresa May fue el primer afectado después de que la Prensa sacara a la luz una lista, recopilada anónimamente, con detalles de 40 parlamentarios, incluidos miembros del actual Gabinete, acusados de comportarse de manera no adecuada. El escándalo llevó al entonces ministro de Defensa, Michaell Fallon, a presentar su dimisión. Pero mujeres laboristas anónimas pusieron en marcha una web para que sus compañeras pudieran «compartir confidencialmente sus quejas sobre abusos sexuales, acoso y discriminación».

Actualmente, el Partido Laborista investiga acusaciones a cuatro de sus legisladores. También estudia las denuncias de una activista, Bex Bailey, que afirma que un miembro de esa formación la persuadió para que no denunciara una supuesta violación que sufrió en un evento del partido celebrado en 2011 bajo el argumento de que podría dañar su carrera.

La Prensa asegura que se trata del peor escándalo de la historia reciente del Parlamento británico. Para hacer frente a la crisis, la «premier» se reunió el lunes con los responsables de las formaciones con representación en la Cámara de los Comunes, con los que acordó la creación de un nuevo órgano independiente para que no sean los partidos, como ocurre en la actualidad, los que tramiten las quejas de abuso de sus trabajadores. Por otra parte, los líderes políticos contemplan que no sean los diputados quienes contraten directamente a su equipo, sino que se haga a través del Parlamento. A día de hoy, si una asesora se siente maltratada, no tiene a quien quejarse más allá de su único superior jerárquico directo, es decir, el propio diputado. Si consigue llegar más lejos, es probable que se le trate de silenciar apelando a la lealtad al partido.