Europa

Árboles caídos, pantanos y turba: Finlandia se une a la soluciones imaginativas para frenar a los tanques rusos

Las tres repúblicas bálticas han diseñado un programa defensivo conjunto y Polonia cuenta con su programa "Escudo Este" para responder de forma inmediata

El paso de Raja-Joosepi, en Laponia, es el único paso fronterizo que mantiene abierto Finlandia con Rusia
Frontera finlandesa con RusiaTOMI HANNINENAgencia EFE

La creciente agresividad fronteriza del gobierno de Vladimir Putin, con invasiones del espacio aéreo de sus vecinos cada vez más frecuentes, mantiene en alerta a los países que comparten más kilómetros de frontera con Rusia. Y no es para menos. Cualquier barrera vale para disuadir a las tropas rusas de una provocación, incluidas las que ya aporta la naturaleza.

El Gobierno finlandés, el país europeo que tiene más frontera con Rusia (1.340 kilónetros), ha anunciado esta semana que ha creado un grupo de trabajo para estudiar cómo se pueden aprovechar las barreras naturales para mejorar la defensa nacional en la frontera oriental ante una eventual invasión rusa.

Este grupo de trabajo, formado por expertos de los ministerios de Defensa y Medioambiente, tiene como objetivo explorar de qué forma la restauración de la naturaleza puede crear al mismo tiempo soluciones que contribuyan a la seguridad nacional en el este del país.

Según informa Efe, entre las opciones que barajan los expertos figuran restaurar pantanos secos y antiguas zonas de producción de turba, así como dejar los árboles caídos en las tormentas para crear barreras naturales que dificulten el movimiento de tropas y carros de combate enemigos.

El grupo de trabajo pondrá en marcha próximamente un proyecto piloto en la zona fronteriza y evaluará las oportunidades relacionadas con la restauración en áreas que se utilizan habitualmente con fines militares.

"Finlandia siempre ha sabido aprovechar los pantanos, las masas de agua y otros accidentes geográficos para organizar su defensa. A través de este proyecto, daremos pasos concretos para combinar la seguridad con los objetivos medioambientales", afirmó en un comunicado el ministro de Defensa, Antti Häkkänen.

Según los expertos, el este de Finlandia es rico en zonas pantanosas, aunque muchas de ellas han sido drenadas para permitir su aprovechamiento agrícola o forestal, lo que ha debilitado el estado de la naturaleza.

Otras estrategias para contener a Rusia

La preocupación de Finlandia es compartida por otros vecinos de Rusia, especialmente las tres repúblicas bálticas que formaron parte de la Unión Soviética. Lituania, por ejemplo, ha puesto en marcha una “línea defensiva de tres capas” que incluye trampas para los tanques, campos de minas, trincheras o barreras fortificadas en un primer nivel. A menos de 20 kilómetros planea levantar una segunda barrera y no muy lejos un tercer muro que incluye, entre otras medidas disuasorias, el uso de árboles y otros elementos de la naturaleza.

En esta línea, Vilna acordó el año pasado implementar un plan de defensa conjunta con Letonia y Estonia con búnkeres, vallas y estructuras defensivas reforzadas.

Letonia tiene además en estudio su propio programa defensivo fronterizo, mientras que Polonia ha diseñado el programa "Escudo Este" con la vista puesta en Kaliningrado, un enclave ruso en su territorio, y que incluye cuarteles, una red de túneles y el despliegue automático de drones.