Arden las calles tras concluir el juicio por violación contra el líder de la oposición senegalesa

Los rumores comenzaron cuando Ousmane Sonko fue acusado de violación en febrero de 2021. Una joven masajista aseguraba que el candidato a la presidencia senegalesa y alcalde de Ziguinchor por el partido PASTEFhabía intentado abusar sexualmente de ella mientras recibía sus servicios profesionales en un conocido centro de masajes de Dakar. Sonko lo negó; sus fieles le creyeron. El líder de PASTEF aseguraba que se trataba de otro maquiavélico complot ideado por el presidente del gobierno, Macky Sall, para sacudírselo de encima y presentarse sin rivales serios a las próximas elecciones de 2024.

Comenzó a labrarse entonces la teoría de la conspiración que ha incendiado en los últimos meses las calles de las principales ciudades senegalesas, provocando fuertes disturbios entre la policía y aquellos jóvenes que confían en Sonko.

La caravana de la libertad

Sonko reconoce su poder y no teme usarlo. En repetidas ocasiones ha llamado a la desobediencia civil y al levantamiento popular, siendo este jueves la última vez. Cuando se supo que el veredicto por su caso de violación se haría público el 1 de junio de 2023, Sonko rechazó acudir al tribunal y organizó en su lugar la llamada “caravana de la libertad” para recorrer los 500 kilómetros que separan Ziguinchor, al sur de país, de la capital Dakar, animando a que sus seguidores le acompañasen en este viaje histórico. La caravana vio su final dos días después de salir, el 29 de mayo, cuando las autoridades senegalesas forzaron al líder PASTEF a regresar a su domicilio en Dakar. En los enfrentamientos que siguieron entre la policía y los seguidores de Sonko en la ciudad de Kolda, un joven falleció de forma violenta.

Otros dos jóvenes murieron en Dakar y Ziguinchor en las protestas de mediados del mes de mayo, pero la muerte no detiene a Sonko. Al contrario, alimenta su ímpetu. Lejos de llamar a sus seguidores a la calma, este martes anunció en sus redes sociales que estaba siendo “recluido de manera ilegal” en su domicilio en Dakar y llamó a los senegaleses a “salir a las calles y movilizarse contra la dictadura de Macky Sall”.

Su baza es esta:la dictadura de Macky Sall. Pese a que el actual presidente senegalés fue elegido en las urnas según un proceso democrático intachable (Senegal goza de ser una de las democracias más férreas de África Occidental), corren rumores, aún sin confirmar, que aseguran que Sall se presentará a una tercera vuelta en 2024, algo que la Constitución senegalesa prohíbe de forma expresa. De ser cierto que Sall pretende superar los dos mandatos presidenciales permitidos, esto supondría un duro golpe para la democracia del país, y Sonko, astuto, gira la atención de su mediático juicio para señalar al “dictador Macky Sall” como verdadero culpable.

Y su estrategia funciona. Los disturbios se repiten. Cuando Sonko fue arrestado en marzo de 2021 por llamar al desorden público, las protestas arreciaron y cuatro de sus seguidores fallecieron en los enfrentamientos contra la policía. La dinámica de las protestas suele ser similar: un grupo de decenas o cientos de jóvenes senegaleses bloquean un número indeterminado de calles prendiendo fuego a coches y neumáticos. La policía dispersa a los congregados disparando gas, los manifestantes arrojan piedras y escombros a las fuerzas de seguridad y corren a cubierto en desbandada. Caos. Gritos. Golpes. Sangre. Un calor intenso bajo el sol del Sahel y cuerpos heridos en el asfalto. Y la voz del líder resuena en los ecos de los jóvenes senegaleses que sueñan con un futuro mejor.

La ideología PASTEF

Ousmane Sonko ofrece una alternativa de futuro que muchos desean. Su partido PASTEF reniega de cualquier ideología que se identifique con el capitalismo o el socialismo, siendo la nación, Senegal, una unidad dentro de la fuerza sustentada por una suerte de panafricanismo del siglo XXI, la única ideología que predican Sonko y sus asociados. Senegal, y nada más, Senegal, como un nombre sagrado. En diversas declaraciones ha asegurado que desea la exclusión de Senegal del sistema de moneda franco CFA, igual que procuraría un distanciamiento con respecto a la influencia francesa frente a la aproximación que ha mostrado Macky Sall en sus años de presidencia. Su religión, el islam, cobraría una fuerza aún mayor en el país. La corrupción de los jóvenes como consecuencia del consumismo occidental y la “degeneración sexual” de los países europeos llegarían a su fin con Sonko en el poder. Se aboga así por un regreso a las raíces de las costumbres senegalesas, orgullosas en su esencia y que no se venderían a las potencias extranjeras que agitan los billetes.

El progresismo que representan los jóvenes senegaleses se transforma así en un movimiento reaccionario liderado por Sonko. Todo esto es, en opinión de sus seguidores, la razón que ha llevado a que Sall le tendiera una trampa. Esa trampa que le acusa de violar a una joven masajista. A cambio, Sonko acusó el 21 de marzo a Macky Sall de orquestar su asesinato durante una jornada de protestasespecialmente tensas y donde el líder de PASTEF fue zarandeado y agredido por una multitud de detractores. Senegal sufre una fiebre desde hace dos años que hoy parece haber llegado a su máxima temperatura.

Culpable por "corromper a la juventud"

Este jueves se hizo pública la sentencia de Ousmane Sonko: los cargos por violación le fueron retirados, pero sí fue hallado culpable por “corromper a la juventud” y condenado a dos años de cárcel y al pago de una multa de 900 euros. Aunque el cargo que se le imputa no supondría la inhabilitación política a efectos legales (como sí que habría ocurrido de haber sido culpable por violación), la sentencia implica que no podrá presentarse a las elecciones de 2024, ya que todavía se encontraría cumpliendo la pena de prisión. El político continúa este jueves recluido en su vivienda en Dakar (fuertemente custodiada por los medios policiales) y la respuesta de quienes le apoyan se ha convertido en un huracán.

No habían pasado dos horas desde que se conoció el veredicto cuando PASTEF publicó un comunicado donde se asegura que “jamás estuvieron la República de Senegal y sus instituciones así de burladas, ensuciadas y desacralizadas”, animando a toda la población, incluyendo la diáspora, a combatir el veredicto y exigir la dimisión de Macky Sall como presidente del Gobierno. El comunicado invita igualmente a las fuerzas de seguridad a “ponerse del lado del pueblo oprimido por Macky Sall” y concluye, escrito en mayúsculas y coronado por símbolos de exclamación: “¡La patria o la muerte, venceremos!”.

Se escucha un único grito que se confunde con el humo y el sudor de las protestas: “¡Libérez Sonko, libérez Sonko, libérez Sonko!”

El lenguaje belicista del comunicado de PASTEF ha tenido como consecuencia el recrudecimiento de las protestas en las principales ciudades del país, y los primeros informes apuntan a que nueve personas murieron este jueves durante las protestas, incluyendo al menos un policía. El tribunal senegalés ha emitido una orden de arresto contra Sonko para que sea trasladado a prisión, pero hay quienes dudan sobre su ingreso en prisión. Ababacar, un joven electricista de Dakar que participa de forma activa en las protestas, aseguró al ser preguntado por este periódico que “no existe una cárcel que pueda retener a Ousmane Sonko”, haciendo referencia a que las multitudes serían capaces de asaltar la prisión con tal de conseguir su liberación.