
Defensa
El arma láser más barata del mundo es la más poderosa: puede acabar con 50 drones en un santiamén
La guerra contra los drones tiene una nueva y poderosa herramienta: un láser australiano de disparos ilimitados que destruye casi un dron por segundo y que ya ha sido adquirido por un país europeo de la OTAN

Un país europeo, miembro de la OTAN y cuya identidad no ha trascendido, acaba de cerrar la compra de una nueva arma láser de 100 kilovatios desarrollada en Australia. Este movimiento supone el primer éxito de exportación para el sistema Apollo, una tecnología que promete dar carpetazo a la era en la que se emplean misiles de millones de euros para abatir drones de bajo coste que saturan los cielos de los conflictos modernos. La empresa responsable, Electro Optic Systems (EOS), ha logrado así un primer contrato de exportación que pone su desarrollo en el punto de mira internacional. Esta carrera tecnológica no es unidireccional, ya que se sabe que Rusia también ha desarrollado sistemas para combatir drones, lo que evidencia la urgencia global por dominar este ámbito.
De hecho, una de las grandes ventajas competitivas de este sistema es precisamente su origen. Al haber sido concebido al margen de la industria de defensa norteamericana, está libre de las estrictas regulaciones ITAR de Estados Unidos, lo que simplifica enormemente su venta a naciones aliadas. Este factor, sumado a su plena compatibilidad con las arquitecturas de mando y control de la Alianza Atlántica, lo convierte en una opción muy atractiva para los ejércitos occidentales. Esta necesidad de modernización es un debate presente en muchos países, y de hecho, la propia artillería antiaérea española requiere una mayor inversión para hacer frente a los retos del siglo XXI.
En este sentido, el sistema, bautizado como Apollo, ha sido diseñado por EOS para ofrecer el «disparo más barato del mundo», una solución a la disparidad de costes que supone usar proyectiles millonarios contra enjambres de aeronaves no tripuladas, tal y como han publicado en Interesting Engineering. Se trata de una respuesta contundente a uno de los mayores desafíos tácticos actuales en el campo de batalla. La amenaza es cada vez más compleja, sobre todo si se considera que el futuro de la guerra aérea pasa por pilotar drones y cazas simultáneamente, multiplicando el número de potenciales objetivos.
Asimismo, el corazón del sistema es un potente haz de 150 kilovatios, una cifra escalable según las necesidades del comprador, que le otorga una cadencia de fuego abrumadora. Es capaz de neutralizar entre 20 y 50 drones de tamaño pequeño o mediano por minuto, convirtiendo lo que hasta ahora era una amenaza difícil de gestionar en un objetivo asumible.
Capacidades tácticas de la nueva arma láser
Por otro lado, su radio de acción es doble. El sistema puede destruir directamente un objetivo, lo que en la jerga militar se conoce como «hard kill», en un rango que va desde los 50 metros hasta los 3 kilómetros de distancia. Sin embargo, su capacidad va mucho más allá, pues puede inutilizar los sensibles sensores ópticos de los drones a distancias de hasta 15 kilómetros, cegándolos antes de que se conviertan en un peligro real.
Además, su diseño modular y su facilidad de despliegue son otras de sus bazas principales. Todo el equipo se aloja en un contenedor ISO estándar de unos seis metros, lo que facilita su transporte por tierra, mar o aire y permite que esté completamente operativo en menos de dos horas tras su llegada a la zona. Aunque puede funcionar de forma autónoma con energía para más de 200 derribos, su capacidad de enfrentamiento se vuelve prácticamente ilimitada si se conecta a una fuente de alimentación externa.
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