La tensión continúa en aumento en el estrecho de Formosa, la franja de mar que separa la China continental de la isla de Taiwán y que en los últimos años se ha convertido en escenario recurrente de maniobras militares por parte de ambos actores.

El episodio más reciente de este prolongado conflicto -cuyas raíces se remontan a la guerra civil china- tuvo lugar a principios de esta semana, cuando Taiwán llevó a cabo sus primeras maniobras militares con sistemas lanzacohetes HIMARS de fabricación estadounidense. Según el Ejército taiwanés, este despliegue tiene como objetivo reforzar la capacidad disuasoria ante una eventual ofensiva de Pekín, que sigue considerando a la isla como una provincia bajo su soberanía.

Los ensayos se realizaron en el centro de pruebas de Jiupeng, situado en la costa oriental de la isla, frente a las aguas del Pacífico. Durante los ejercicios, las fuerzas armadas taiwanesas lanzaron decenas de cohetes mediante plataformas móviles. Según detallan medios especializados como Zona Militar, las maniobras también incluyeron fuego real y operaciones aéreas con distintos sistemas de armas.

Un gesto polémico

En un contexto marcado por los constantes despliegues militares chinos en las inmediaciones de la isla, el uso de los HIMARS por parte de Taiwán ha vuelto a colocar a Estados Unidos en el centro del tablero geopolítico. Washington sigue siendo uno de los principales proveedores de armamento para Taipéi. Tal como recoge la agencia EFE, en 2020 Taiwán cerró un acuerdo con EE. UU. para la adquisición de once unidades del sistema HIMARS, una operación que suscitó fuertes críticas tanto internas como internacionales. Y es que este tipo de armamento proporciona a la isla la capacidad de atacar objetivos en territorio continental chino, lo que se traduce en un salto cualitativo en sus capacidades.

Así son los HIMARS

El sistema HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System) es una plataforma de lanzamiento múltiple de cohetes armada sobre un camión con alta movilidad, y fabricada por el estadounidense Lockheed Martin.

Puede lanzar cohetes convencionales con un alcance de hasta 70-80 kilómetros, y misiles tácticos ATACMS (Army Tactical Missile System), capaces de alcanzar blancos a más de 300 kilómetros de distancia. Cada unidad está equipada con un sistema de guiado por GPS y puede ser operada por una tripulación reducida, lo que permite una alta eficiencia y rápida movilidad. Además, su compatibilidad con los sistemas de mando y control estadounidenses facilita la interoperabilidad con fuerzas aliadas.