Ucrania
El arma rusa de la era soviética que teme Ucrania
Las bombas deslizantes se lanzan en áreas donde la defensa aérea ucraniana no puede actuar
Recientemente, Rusia ha comenzado a utilizar un nuevo tipo de arma, una bomba deslizante, que Ucrania tiene dificultades para combatir. Esta arma es en realidad una bomba antigua de la era soviética que ha sido modificada.
La bomba recibió GPS y alas que estaban unidas con correas de metal. A pesar de su construcción simple, se ha convertido en un verdadero problema para Ucrania.
Según Arash Heydarian Pashakhanlou, investigador de la Academia Noruega de Defensa, las bombas obtienen un mayor alcance y una mejor precisión con la modificación. "Entonces también serán más baratos que los drones", explica.
Las bombas se disparan desde aviones de combate hacia áreas controladas por Rusia, donde las defensas aéreas de Ucrania no pueden llegar. Luego se deslizan hasta 50 kilómetros antes de dar en el blanco. Las bombas deslizantes se han utilizado, entre otras cosas, en el área alrededor de la asediada ciudad de Bajmut.
El analista militar ucraniano Alexander Kovalenko explica a "The Moscow Times" que representan una seria amenaza. También existe el temor de que Rusia equipe bombas aún más grandes con la misma tecnología.
Se cree que Ucrania es reacia a utilizar su limitado suministro de caras defensas aéreas contra bombas rusas relativamente baratas. El coste de un solo cohete disparado por los sistemas de defensa aérea Patriot y Nasam suministrados por Occidente puede ascender a millones de dólares, escribe "The Moscow Times".
No está del todo claro si la defensa aérea ucraniana no puede derribar las bombas porque son demasiado pequeñas, o si simplemente es un caso de necesidad de economizar en sus misiles de defensa aérea, saseguró al periódico un analista que responde bajo condición de anonimato.
Sin embargo, Jörgen Elfving, un analista con experiencia en inteligencia militar que sigue los desarrollos en el campo de batalla, no cree que las bombas deslizantes vayan a tener un impacto tan grande en la guerra en general. Según él, probablemente no sea posible fabricar tantas. "Ciertamente, hay muchas bombas antiguas, pero necesitan componentes electrónicos para la modificación".
Los productos electrónicos son difíciles de conseguir en Rusia debido a las sanciones y la fabricación propia no es complicad, según Elfving. "No veo esto como un cambio de juego", concluye el analista militar.
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