Guerra en Ucrania

Arranca la carrera presidencial en Ucrania con las tropas rusas en la frontera

La carrera presidencial en Ucrania arrancó con 23 candidatos en liza y el "rey del chocolate", el empresario Petró Poroshenko, como gran favorito para la victoria, mientras miles de soldados rusos siguen concentrados en la frontera.

Ucrania ha desoído las recomendaciones de la vecina Rusia de que celebre un referéndum constitucional para convertirse en una federación antes de convocar comicios presidenciales y ha seguido adelante con sus planes electorales.

La mayoría de los 23 candidatos registrados que tomarán parte en las elecciones del 25 de mayo recibirán menos del 1 por ciento y su participación será meramente testimonial, según la Comisión Electoral Central (CEC).

"Pronosticamos que habría candidatos técnicos y así ha sido. No hay nada que podamos hacer", afirmó el presidente de la CEC, Alexandr Chernenko.

Dos de los políticos que lideraron durante meses las protestas antigubernamentales en Kiev que desembocaron el 22 de febrero en el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich no han postulado finalmente sus candidaturas.

Mientras el economista Arseni Yatseniuk ha asumido la jefatura del Gobierno de Unidad Nacional (interino), el boxeador retirado Vitali Klitschkó ha optado por luchar por la Alcaldía de Kiev, ante la notable caída de su popularidad en las encuestas.

El único que ha decidido presentarse es Oleg Tiagnibok, líder de la formación nacionalista Svoboda (Libertad), aunque sus opciones son mínimas, según las encuestas, debido al imparable ascenso de los ultranacionalistas.

Por eso, ha decidido probar suerte Dmitri Yarosh, el líder de la organización radical Sector de Derechas, la fuerza de choque durante los disturbios contra Yanukóvich y que mantiene desde hace semanas un enfrentamiento con el Ministerio del Interior.

La candidata del llamado Maidán, la plaza de la Independencia de Kiev, corazón de las protestas y donde algunos activistas aún permanecen acampados, es la médica Olga Bogomolets, quien presenta un utópico programa de reforma centrado en la introducción de controles de la gestión del Gobierno y en la lucha contra la corrupción en la Administración pública.

No obstante, las elecciones parecen tener un alumno aventajado y este es Poroshenko, propietario del consorcio Roshen, uno de los mayores productores de dulces y bombones del mundo y cuyas exportaciones fueron bloqueadas el pasado año por Rusia.

Esta circunstancia, sumada a su visita a Crimea el pasado 12 de marzo, en víspera del referéndum separatista, en la que fue rodeado por una agresiva muchedumbre de rusos étnicos, le ha granjeado no pocos puntos entre sus compatriotas.

Según las últimas encuestas, Poroshenko, considerado el principal patrocinador económico del Maidán, ha aumentado su ventaja sobre sus perseguidores, ya que cuenta con el 38,3 por ciento de intención de voto.

El antiguo jefe de campaña de Yanukóvich, el banquero Serguéi Tiguipko, cuenta con un 17,9 por ciento, mientras la carismática ex primera ministra Yulia Timoshenko ha perdido parte de su encanto electoral en prisión, ya que obtiene apenas un 11,6 por ciento.

Poroshenko, que ostentó cargos de responsabilidad tanto con Yanukóvich como después de la Revolución Naranja (2004), no sufrió desgaste en las protestas, ya que rara vez se le pudo ver en el escenario durante los mítines y tampoco participó en las negociaciones de la oposición con Yanukóvich.

Propietario de una televisión, el Canal 5, lo que le hace partir con ventaja propagandística con respecto al resto de candidatos, Poroshenko ya ha anunciado que comenzará la campaña en el este rusoparlante e industrial, sin el cual es imposible ganar unas elecciones.

En cuanto a Tiguipko, no participó en el Maidán, pero tampoco formó parte del último Gobierno de Yanukóvich, por lo que lo que está limpio de culpa a ojos de los ucranianos a ambos lados de la barricada.

Parece haberle beneficiado incluso que su formación, el Partido de las Regiones de Yanukóvich, eligiera al exgobernador de Járkov Mijáil Dobkin como candidato oficial.

La que no ha conseguido empezar con buen pie es Timoshenko, recuperada ya de sus problemas de espalda, que no ha logrado encandilar a Europa con sus últimas arengas como hizo durante la Revolución Naranja.

Su lema electoral, "Vladímir Putin, enemigo número uno de Ucrania", no parece haber cuajado entre los votantes.

Mientras, la tensión se mantiene en la frontera, aunque la presencia militar rusa se ha reducido hasta 10.000-15.000 soldados rusos, según el primer viceministro ucraniano, Vitali Yarema.

"Hemos registrado un descenso en la concentración de tropas, pero no podemos decir que a día de hoy la amenaza a nuestra seguridad haya desaparecido por completo", aseguró la Cancillería ucraniana.