Asad, el gran beneficiado

- ¿Cuál es la estrategia de ataque contra el Estado Islámico de la coalición internacional liderada por Estados Unidos?

–Hay una capa de niebla en torno a esta operación. Sin embargo, los dos objetivos más importantes de la campaña militar siguen adelante: descabezar al Estado Islámico y destruir sus fuentes de financiación. El reto, sin embargo, es la falta de información fidedigna sobre los objetivos terroristas y los inaceptables daños colaterales, como la muerte de civiles y la destrucción de las infraestructuras públicas. Los bombardeos no van a ser ni decisivos ni quirúrgicos, por consiguiente los daños colaterales tienen un alto coste político y financiero. La participación de la fuerza aérea de los países del Golfo ahorra a Occidente recursos económicos vitales mientras proporciona más seguridad para su equipamiento militar y para los pilotos.

- ¿Es el presidente sirio, Bachar al Asad, el principal beneficiado de los bombardeos aliados?

–Aunque el presidente sirio ha denunciado a Arabia Saudí y otros países árabes de conspirar contra su régimen, no ha habido acciones encubiertas o explícitas contra sus fuerzas. Ahora las naciones árabes están pagando el coste de su propia negligencia ante la necesidad de una serie de aspiraciones comunes en Siria. Asad no sólo se está beneficiando, sino que está llevando a cabo acciones bajo una impunidad tácita. El régimen, que en el pasado se le ha calificado de «canalla», está recibiendo ahora un tratamiento distinto.

* Periodista especializado en Oriente Medio y terrorismo