Malta

Una bomba lapa para silenciar la voz más incómoda

La periodista maltesa denunció amenazas y una «situación desesperada» en la isla europea antes de que su Peugeot saltara por los aires.

La periodista maltesa Daphne Caruana Galizia
La periodista maltesa Daphne Caruana Galizialarazon

La periodista maltesa denunció amenazas y una «situación desesperada» en la isla europea antes de que su Peugeot saltara por los aires.

El asesinato de la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia ha conmocionado a la pequeña isla de Malta, donde se volvieron a organizar vigilias por la reportera y protestas contra el primer ministro, Joseph Muscat, objetivo, junto a su mujer, de muchas de las investigaciones y críticas de Caruana. La periodista, de 53 años, que había destapado graves escándalos de corrupción en los Papeles de Panamá falleció el lunes sobre las tres de la tarde. Acababa de salir de casa e iba conduciendo su Peugeot 108 cuando estalló una bomba lapa. Un testigo del crimen, Frans Santa, contó al diario «Malta Independent» que fueron dos explosiones. Sant se encontraba en la carretera de Bidnija (localidad al norte) en dirección contraria. Observó una pequeña explosión dentro del coche, aminoró la velocidad y llegó a un stop. «A los cuatro segundos se produjo una explosión mayor. Fue una experiencia horrible». El coche de Caruana siguió ardiendo unos metros, carretera abajo (esquivándolo por muy poco), para finalmente detenerse en un descampado.

«Nunca voy a olvidar correr hacia el infierno en el descampado, intentando abrir la puerta del coche. El claxon seguía resonando y yo gritaba a dos policías que aparecieron con tan sólo un extintor», escribió ayer su hijo, Matthew Caruana Galizia, también periodista, en su perfil de Facebook. «Miré hacia abajo y había partes del cuerpo de mi madre a mi alrededor.(...) ‘¿Quién está en el coche?’, me preguntaron. ‘Mi madre. Está muerta. Ha muerto por vuestra incompetencia’. Sí, la incompetencia y la negligencia resultaron en un fracaso para prevenir esto», sentencia Matthew. El joven no tiene duda de por qué han asesinado a su madre: «Porque, al igual que otros periodistas fuertes, se interponía entre el Estado de Derecho y quienes quieren violarlo. Ella ha sido el objetivo porque «es la única» que «desenmascaraba la corrupción». Matthew criticó «la cultura de la impunidad permitida por el Gobierno de Malta», país que describió como «Estado mafioso». El hijo tachó de «cómplices» a Muscat, Keith Schembri (jefe de Gabinete de Muscat), Chris Cardona («número» dos del Partido Laborista), Konrad Mizzi (actual ministro de Turismo), el fiscal general y «una larga lista de comisarios que no hicieron nada: sois responsables de esto». De hecho, el sargento Ramon Mifsud, tras enterarse de la muerte de Daphne, puso en su Facebook: «Todo el mundo recibe lo que se merece, ¡boñiga de vaca! Sintiéndome feliz». Ayer fue suspendido.

Lo cierto es que Caruana Galizia había denunciado (apenas 15 días antes) que la habían amenazado de muerte. «Hay criminales donde quiera que mires. La situación es desesperante», es lo último que escribió en su famoso blog (media hora antes del crimen). ¿Debía el Estado haberla proporcionado protección? «Categóricamente. El Estado la ha fallado. Potencialmente porque sus ataques eran tan directos y venenosos, y era tan odiada (y admirada por muchos), que ha podido haber reticencias a la hora de actuar sobre dichas amenazas», reconoce a LA RAZÓN Gorg Mallia, jefe del Departamento de Medios y Comunicación de la Universidad de Malta.

«Nadie en Malta cree que algún día sabremos quién lo ordenó», explica Mallia. «Ha habido coches bomba durante el último año y medio y ninguno de los perpetradores fue arrestado. Muchos en Malta tiene poca fe en la Policía estos días», asegura Mallia, aunque reconoce que es la primera vez que se asesina a un periodista en la tranquila isla del Mediterráneo. «El primer ministro ha anunciado que el FBI ayudará en las investigaciones. Si esto resultará en un resultado tangible, está por ver». De hecho, «la mayoría piensa que será un caso sin resolver como los anteriores. Espero que nos equivoquemos. Aunque existe una masiva presión popular en Malta para que esta vez se haga Justicia».