Tiroteo

Asesinado a tiros el hermano de una congresista en Río de Janeiro

El médico Diego Bonfim fue abatido junto a otros tres compañeros. Sólo hay un superviviente

El asalto dura 28 segundos. Las cámaras de seguridad graban la escena. En las imágenes aparece un vehículo blanco del que bajan tres individuos encapuchados. Van armados. El coche queda detenido en mitad de un paso de cebra, a la altura de la terraza de un chiringuito en la avenida Lúcio Costa, bañada por el Atlántico. Es el barrio turístico de Barra da Tijuca, en Río de Janeiro. Y allí, en esa terraza, se sientan en la madrugada del jueves cuatro hombres. Diego Bonfim, de 35 años, Marcos de Andrade Corsato, de 62, Perseu Ribeiro Almeida, de 33, y Daniel Sonnewend Proença, de 32. Comparten amistad y profesión, son médicos. Están alojados no muy lejos de allí, en el Hotel Windsor. Asisten a un congreso internacional de ortopedia. Se hacen un selfi juntos, parecen contentos. Pero todo cambia en cuestión de 28 segundos.

Los asaltantes abren fuego. Disparan más de 30 veces. Matan a Bonfim, Corsato y Ribeiro. Sonnewend Proença sobrevive. Uno de los asaltantes no se conforma. Vuelve a la escena del crimen y dispara una vez más contra una de las víctimas, que intenta cubrirse detrás del chiringuito.

Sonnewend Proença es rápidamente trasladado al Hospital Municipal Lourenço Jorge de Barra. Permanece estable. Mientras, las autoridades se reúnen de urgencia para coordinar la investigación. Comparecen a primera hora los responsables de la Comisaría de Homicidios de Río de Janeiro y de la Policía Federal, que colaborará en el caso a instancias del ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino. A la rueda de prensa asisten el secretario de la Policía Militar, Luiz Henrique Pires, el director de la DGHPP, Henrique Damasceno, el secretario de la Policía Civil, José Renato Torres, el delegado de la Policía Federal, João Paulo Garrido, el presidente de turisRio, Sérgio Almeida, y la fiscal del MPRJ, Adriana Lucas. El caso ya ha saltado a las primeras planas de los diarios del país. Es importante esclarecer los hechos cuanto antes.

Más aún después de conocer que la hermana de uno de los fallecidos, Diego Ralf de Souza Bomfim, es la diputada federal Sâmia Bomfim, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), una escisión minoritaria del Partido de los Trabajadores (PT) que lidera el presidente Lula da Silva. Diego Ralf de Souza Bomfim es también cuñado de otro diputado del PSOL, Glauber Braga.

Sâmia Bomfim denunció hace poco tiempo en una entrevista que recibía correos electrónicos «una vez al mes, cada quince días, con ofensas horrendas diciendo que me va a matar, que va a matar a mi familia. Las cosas más terribles y siempre con la mayor crueldad». En agosto del pasado año, la diputada presentó una denuncia en la que pretendía poner al corriente a las autoridades de las amenazas de muerte que recibía contra ella, su marido y su hijo. No incluyó en la declaración a su hermano.

«Ya nos hemos puesto en contacto con el Ministerio de Justicia para que la Policía Federal haga un seguimiento de este crimen. Esperamos que haya una respuesta lo antes posible». Esas han sido las únicas palabras pronunciadas en público por Sâmia Bomfim desde que trascendieran los hechos. La respuesta del titular de Justicia y Seguridad Pública no se hizo esperar. «En vista de la hipótesis de una relación con las acciones de dos parlamentarios federales, he ordenado a la Policía Federal para dar seguimiento a las investigaciones sobre la ejecución de los médicos en Río. Tras estas primeras medidas inmediatas, analizaremos jurídicamente el caso. Mi solidaridad con la Sra. Sâmia, el Sr. Glauber y sus familias», escribió Dino en la red social X.