Historia
Así era Golda Meir, la "dama de hierro de Oriente Medio" que fue una figura importante en la creación de Israel
La primera -y única- mujer que gobernó el país afrontó los años más importante del Estado y lidió con el conflicto con Palestina
Corría el 1948, tres años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando numerosos conflictos civiles en una Palestina dividida un año atrás (un lado para los judíos y otro para los árabes) provocaron el final del mandato británico en el territorio. Así, el 14 de mayo de aquel año, los judíos declararon en Tel Aviv la creación del Estado de Israel, apoyado por la Organización de Naciones Unidas. Una decisión que ha llevado a numerosas polémicas y contiendas hasta nuestros días -como la guerra actual con Hamás- y que tuvo una figura muy importante para la independencia de la nación israelí: Golda Meir, conocida como "la Dama de Hierro de Oriente Medio".
Meir nació en 1898, procedente de una familia judía en el imperio ruso, un lugar que en aquel momento no era muy favorable para los judíos. A finales del siglo XIX y principios del XX, eran muy comunes los progromos, linchamientos antisemitas en las ciudades rusas, lo que sumía a este grupo en la pobreza, la exclusión y la obligada migración. Su familia se vio obligada a emigrar a Estados Unidos cuando ella tenía solo ocho años.
Quizás ese ambiente que había vivido o sus raíces generaron que el sueño de toda la vida de Meir fuera la creación de un lugar donde los judíos fueran libres, sin ser perseguidos o asesinados por el mero hecho de ser judíos. Desde pequeña, soñaba con que este grupo étnico-religioso volviera a la antigua tierra de Israel, que se fundara un estado allí donde vivir sin miedo y reconocidos por el resto del mundo. Así, unos años más tarde, ya siendo mayor de edad. se mudó a una pequeña aldea de Palestina, donde formó una familia y comenzó su vida como política, en búsqueda de su anhelo.
Toda su vida fue una sola mujer entre una gran cantidad de hombres, incluso en su vida profesional. Pero no por ello era menos valiente, al contrario, pues se considera una de las personas más valiosas y cruciales de Israel. La diplomática, además de haber sido la única mujer que llegó a ser primera ministra del país, impulsó la creación del estado justo al acabar la "Gran Guerra" en la que el nazismo había asesinado a millones de judíos.
Así fue la creación de Israel: el origen de un conflicto entre judíos y árabes de Palestina
Su sueño, sin embargo, tuvo algunos matices que lo hizo algo diferente a como ella se imaginaba. La mayoría de los judíos estuvieron de acuerdo en la creación del Estado de Israel, pero no los árabes, que se veían apartados y sentían que se les arrebataba el territorio que le permanecía. La independencia de Israel para ellos significó la Nakba, el éxodo al que se vieron sometidos y por la que hoy en día, existen muchas familias refugiadas en países cercanos, como Jordania, Siria o Líbano, así como dentro de Cisjordania o la Franja de Gaza. Fue también el inicio del largo conflicto árabe-israelí que ha tenido lugar hasta nuestros días y el origen de grupos terroristas que luchan "por una palestina libre" -objetivo de la lucha de Hamás-.
Antes de liderar Israel, Meir fue ministra de Trabajo y de Relaciones Exteriores. Lideró las complicadas relaciones con Rusia, construyó 200.000 viviendas para integrar en la fuerza laboral de Israel a migrantes judíos que llegaron al país y consiguió el respaldo de Estados Unidos, que le financió con cincuenta millones de dólares para armarse contra sus enemigos árabes. Además, fue la voz de su país en la ONU cuando Israel lanzó un ataque contra Egipto para controlar el Canal de Suez.
Con 73 años, fue elegida primera ministra del país. Pero tuvo que afrontar situaciones complicadas como la masacre de Múnich, donde once atletas israelíes fueron secuestrados por un grupo armado palestino. Así, mandó a matar a los responsables. Pero no pudo con la rebelión de 1973 de Yom Kipur, bautizada así por ser el Día del Perdón o Día de la Expiación, uno de los días sagrados del judaísmo. Una ofensiva lanzada por los árabes que tomó por sorpresa a Israel aunque sus servicios de inteligencia habían sido avisados por Jordania días antes. Más de 2.700 bajas israelíes provocaron que Meir renunciara a su cargo en 1974, siendo su legado arruinado.
Cuatro años más tarde, en 1978, Meir murió con 80 años en Jerusalén. Pese a un liderazgo manchado por un conflicto con cientos de muertos, su recuerdo y fascinación por el pueblo judío perdura entre la sociedad actual.
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