Drones

Así es el "ultra sigiloso" y futurista dron que acaba de presentar Lockheed Martin

Vectis, el nuevo UAV de Skunk Works, vuela sin piloto, puede operar con F-22 y F-35 y está diseñado para misiones de combate aéreo, ataque terrestre y reconocimiento con sigilo de última generación

Así es el "ultra sigiloso" y futurista dron que acaba de presentar Lockheed Martin
El anuncio llega en momentos de carrera global por el liderazgo en drones furtivosLockheed Martin

Lockheed Martin ha desvelado Vectis, un dron furtivo que prioriza la supervivencia en entornos hostiles gracias a un diseño sin cola, toma de aire superior y conductos en forma S que reducen su firma radar e infrarroja.

Creado bajo el nuevo marco “Agile Drone Framework”, el aparato promete modularidad total: sus sensores, sistemas de ataque y paquetes de guerra electrónica se intercambian como “bloques” para adaptarse a cada misión sin alterar la estructura básica. Aunque la compañía no ha facilitado dimensiones ni velocidad máxima, ha confirmado que es más pequeño que un F-16 y que su motor no busca régimen supersónico, sino autonomía suficiente para cubrir teatros tan distantes como el Indo-Pacífico o Europa.

La interfaz de mando se presenta en pantallas táctiles dentro de las cabinas: el piloto puede lanzar varios Vectis, asignarles objetivos aéreos o superficie y supervisar el “kill chain” sin soltar el control de su propio avión. Los ensayos en simulador ya muestran al dron disparando misiles desde compartimentos internos contra blancos designados por el caza que lidera la formación. La arquitectura de software es abierta y compatible con el estándar MDCX que Lockheed entrega a la Armada estadounidense, lo que facilita que aliados OTAN incorporen sus propios módulos de autonomía o sensores sin brechas de ciberseguridad.

Equilibrio entre sigilo, coste y versatilidad operativa

Skunk Works, departamento responsable de los Programas de Desarrollo Avanzado de Lockheed Martin, ha ordenado ya piezas del prototipo y planea el primer vuelo dentro de dos años; el objetivo es ofrecer “sigilo a precio de CCA”, es decir, en torno a 20 millones de dólares por unidad, muy por debajo de los 80-100 millones que cuesta un caza tripulado de última generación. La compañía subraya que Vectis no nació para competir directamente en el programa Increment 1 de la USAF, sino para cubrir el vacío entre plataformas descartables y UAV de altas prestaciones, una demanda que surgirá en el Increment 2 y en fuerzas aéreas extranjeras que buscan un “copiloto” reusable y de baja observabilidad.

A diferencia de propuestas anteriores que fueron descartadas, Vectis mantiene un equilibrio entre coste y supervivencia: escape refrigerado, antenas conformadas y materiales compuestos que absorben señales de radar, pero sin llegar a las complejidades del F-22. Su configuración de tren de aterrizaje convencional lo hace dependiente de pistas, aunque la filosofía ACE (Agile Combat Employment) de la USAF contempla dispersar pequeños equipos de mantenimiento en bases austeras; por ello, Skunk Works ha reducido los paneles removibles y prevé cambios de misión en menos de 30 minutos con personal mínimo. Esta filosofía encaja con la visión de aliados como Japón, Australia o Reino Unido, que han mostrado interés en integrar Vectis en sus futuros sistemas de combate mixto.

El anuncio llega en momentos de carrera global por el liderazgo en drones furtivos. Lockheed, que reconoce que el 97 % de sus proyectos sigue clasificado, ha abierto con Vectis una ventana a un ecosistema donde el sigilo es un requisito básico, y donde la clave será la interoperabilidad entre naves tripuladas y enjambres autónomos.