Defensa

Corea del Norte dispara su misil más potente desde 2017 y alerta a Estados Unidos

Pyongyang realizó hasta siete ensayos de proyectiles balísticos e hipersónicos durante el mes de enero, en respuesta a las sanciones de Washington y el estancamiento del diálogo sobre el acuerdo nuclear

El misil hipersónico lanzado por China en agosto del año pasado
El misil hipersónico lanzado por China en agosto del año pasadoTwitterTwitter

El pasado lunes, Corea del Norte confirmó su último lanzamiento del misil balístico de alcance intermedio Hwasong-12, de fabricación nacional, y que fue realizado el domingo 30 de enero. Las imágenes compartidas por la Academia de Ciencias de Defensa Nacional del país fueron tomadas desde el espacio, que documentan una prueba “realizada con precisión, seguridad y eficacia que alcanzó una altitud máxima de 2.000 kilómetros y cubrió una distancia de 800 kilómetros, según estimaciones de Corea del Sur y Japón.

El lanzamiento, efectuado hacia el mar de Japón, correspondía al séptimo ensayo de misiles norcoreanos desde que comenzara el 2022, en un incremento centrado en la carrera armamentística y que muestra la alta actividad de Kim Jong-Un por tener el mejor arsenal.

Cronología de siete ensayos en forma de protesta

Corea del Norte lanzólos pasados 5 y 11 de enero un tipo de misil hipersónico, nombrado como Hwasong-8. El proyectil había sido probado en septiembre anteriormente, cuando ya hizo saltar las alarmas de Corea del Sur y Japón. Era el primer proyectil que lanzaba el país desde un misil balístico para submarino (SLBM) lanzado en octubre del año pasado.

El primero de los proyectiles lanzados voló a unos 500 km hacia el Mar de Japón (o Mar del Este), y el segundo lanzamiento se produjo en la misma dirección, desde la provincia septentrional de Jagang.

El espectro, capaz de llegar a un alcance de 3.200 kilómetros, se abre a partir de los 6.174 kilómetros por hora, el equivalente a cinco veces la velocidad del sonido o Mach 5, y según los medios asiáticos, este proyectil podía cambiar “las reglas del tablero geopolítico”. Sin embargo, su principal virtud es la alta capacidad de manejo y de maniobra, que combinado con una trayectoria baja, resulta indetectable para la mayoría de sistemas de seguridad.

Unos días más tarde,el 14 de enero, el Estado Mayor Conjunto surcoreano informó que detectó el lanzamiento de un “proyectil no identificado en dirección al este”, tratándose del tercer ensayo de Pyongyang del mes, todos en nueve días. Lo cierto es que fueron dos, y los proyectiles en cuestión se trataban del KN-23, con un alcance máximo de 600 km. Con ojiva nuclear, química o convencional y un peso de alrededor de 500 kg, suele ser utilizado como guía y es bastante preciso, y fue diseñado para “superar los sistemas de defensa aérea hostiles”. Un misil muy similar al ruso Iskander.

El 17 de enero, Pyongyang probó “misiles guiados tácticos”, que son misiles de corto alcance, según la KCNA. Se trataba del KN-24, que había sido probado por última vez en marzo de 2020 y fueron lanzados desde el aeropuerto de la capital norcoreano, impactando en el objetivo fijado en una isla. Este tipo de misil se asemeja al Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) MGM-140 de Estados Unidos, también diseñado para evadir defensas antimisiles y capaz de volar en una trayectoria más plana que los misiles balísticos tradicionales.

Los medios estatales informaron que dos misiles de crucero de largo alcance fueron disparados el pasado 25 de enero, viajando 1.800 km antes de impactar en una isla objetivo en el mar frente a la costa este de Corea del Norte. Según el Ejército de Corea del Sur, eran dos misiles balísticos de corto alcance lanzados hacia el mar desde el área cercana a Hamhung, una ciudad en la costa este de Corea del Norte, y que se desplazaron a unos 190 kilómetros a una altitud de 20 kilómetros.

Asimismo, el 27 de enero, Pyongyang lanzó dos misiles balísticos de corto alcance KN-23, con un alcance de unos 190 km y una altitud máxima de 20 km. El anuncio del lanzamiento, realizado por la propia Corea del Norte un día después, informó de “la prueba de fuego para confirmar el poder de la ojiva convencional para el misil guiado táctico de superficie a superficie”, afirmando que los “misiles golpearon con precisión la isla objetivo, demostrando que el la potencia explosiva de la ojiva convencional cumplió con los requisitos de diseño”.

El pasado domingo 30 de enero, Pyongyang lanzaba su séptimo misil del año, el Hwasong-12, un misil balístico intermedio que alcanza los 4.500 kilómetros de distancia. El proyectil tuvo su primera prueba el pasado 4 de julio de 2017, fecha que fue elegida curiosamente por el mandatario norcoreano, por su coincidencia con la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos para “intimidar a Estados Unidos”. " Es un regalo para los gilipollas estadounidenses”, dijo en su día.

Incremento de la actividad bélica y pulso con Estados Unidos

Según los expertos, es la mayor cantidad de lanzamientos de misiles de Corea del Norte en un solo mes, si se incluyen los misiles de crucero en el conteo. Los ensayos se han producido en medio del estancamiento del diálogo sobre desnuclearización con Estados Unidos.

El régimen amenazó el pasado día 20 con una posible reanudación de sus test nucleares y de misiles balísticos intercontinentales, al señalar que estudia retomar todas sus “acciones suspendidas temporalmente en materia de Defensa”.

Por su parte, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, calificó este último lanzamiento como “un desafío a la desnuclearización de la península del sur, a la paz y estabilidad y a los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional, así como también un acto que viola la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La escalada de provocaciones de Pyongyangha tenido como respuesta de Washington nuevas sanciones a cinco representantes de organismos norcoreanos y junto a seis miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se ha reclamado presionar más al país.