Karaoke

La canción de Frank Sinatra que provocó una ola de asesinatos en Filipinas

En los últimos años, en este país del Sudeste Asiático se han producido alrededor de una docena de homicidios relacionados con la mítica canción My Way, de Frank Sinatra

Los medios y la Policía acuñaron el término “killings My Way” para referirse a la violencia relacionada con el karaoke
Los medios y la Policía acuñaron el término “killings My Way” para referirse a la violencia relacionada con el karaokelarazon

En Filipinas, el Karaoke es un asunto serio… muy serio. Aunque -en realidad- allí se practica el “videoke”, que es una versión más competitiva donde las actuaciones de los diferentes participantes suelen grabarse y luego puntuarse. El ya de por sí caldeado debate sobre qué puntuación merece tal o cual actuación, cuando -además- está acompañado de grandes cantidades de alcohol, se convierte en una situación de alto riesgo en los locales del Sudeste Asiático. Pero especialmente en Filipinas, donde las peleas a puñetazos y los apuñalamientos estallan con frecuencia. Y a veces las cosas se pueden volver -incluso- más serias:

El karaoke es uno de los entretenimientos más populares en los países de Asia Oriental, como Japón, Filipinas o Tailandia
El karaoke es uno de los entretenimientos más populares en los países de Asia Oriental, como Japón, Filipinas o Tailandialarazon

De acuerdo con el New York Times, desde el año 1998 hasta el año 2010, tuvieron lugar en este país alrededor de media docena de asesinatos relacionados con la icónica canción de Fran Sinatra “My Way”. Aunque a día de hoy -según los datos aportados por otras fuentes- el número de muertos a raíz de una mala interpretación de esta canción ya superarían las dos cifras. Esto hizo que los medios y la Policía acuñasen el término “killings My Way” para referirse a este tipo de homicidios relacionados con el karaoke.

La situación llegó hasta el punto en el que varios negocios de “videoke” de Manila decidieron eliminar “My Way” del repertorio de sus máquinas... porque temían que algo así pudiera suceder en sus locales. Y no solo eso, muchos filipinos ahora temen entonar esta melodía en su día a día… por lo que pueda pasar. Rodolfo Gregorio, un barbero de 63 años de General Santos (Mindanao, sur de Filipinas), es uno de ellos. El cantante aficionado explicó en una entrevista al New York Times: “Me gustaba ‘My Way’, pero después de todos los problemas, dejé de cantarla. Te pueden matar”.

¿Qué tiene de especial esta canción?

Ya ha pasado en muchas ocasiones. Alguien se sube al escenario, empieza a cantar y recibe las críticas, los abucheos o las risas del público. El cantante responde, el ambiente se caldea... y en algún momento alguien saca una pistola. Sin embargo, y a pesar de la frecuencia con la que sucede, las autoridades siguen sin saber qué es lo que tiene de especial esta mítica canción... para generar este tipo de reacción tan vehemente.

Muchos tienen sus teorías. Para Gregorio, “el problema de ‘My Way’ es que todo el mundo se la sabe... y todo el mundo tiene una opinión”. Por lo que, es frecuente que una mala y desafinada interpretación de la canción pueda dar lugar a comentarios hirientes y -como no- a la violencia.

Una imagen clásica de Frank Sinatra en el estudio de grabación
Una imagen clásica de Frank Sinatra en el estudio de grabaciónlarazonAgencia EFE

Butch Albarracín, que es el propietario de una escuela de canto de Manila llamada “Center for Pop”, también tiene su propia explicación sobre la violencia asociada a esta canción: “‘My Way’, es tan arrogante (...) la letra evoca sentimientos de orgullo y arrogancia en el cantante, como si fueras alguien... cuando en realidad no eres nadie. Cubre tus fracasos. Es por eso que conduce a peleas”.

Para otros, como redactor del New York Times Norimitsu Onishi, el hecho de que tengan lugar este tipo de crímenes es -simplemente- “el subproducto natural de la cultura de violencia, bebida y machismo del país. Y que -en realidad- el karaoke solo estaría desencadenando algo que permanece latente en la sociedad... hasta que se quebrantan ciertas “reglas sociales”.