Asia

China “gana” y Pelosi renuncia a viajar a Taiwán en su gira asiática para rebajar la tensión diplomática

La posible visita de la presidenta de la Cámara de Representantes había aumentado la conflictividad entre EE UU y el gigante asiático

Un hombre lee con una lupa en Pekín una noticia sobre Nancy Pelosi
Un hombre lee con una lupa en Pekín una noticia sobre Nancy PelosiAndy WongAgencia AP

Las advertencias de Pekín parecen haber surtido efecto. La presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, Nancy Pelosi, encabezará una delegación del Congreso que efectuará una gira en la región Asia-Pacífico, pero sin parada en Taiwán. La delegación de seis miembros dejó Hawái el domingo e inició su viaje con paradas en Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón. Según el comunicado de la oficina de la congresista demócrata, «el viaje se centrará en la seguridad mutua, la asociación económica y la gobernanza democrática en la región del Indo-Pacífico».

Pelosi dijo que su visita reafirmará «el fuerte e inquebrantable compromiso de EE UU con sus aliados y amigos en la región». La delegación mantendrá «reuniones de alto nivel» en esos países para «debatir temas de intereses y valores compartidos», entre los que se encuentran la paz y seguridad, el comercio, y los derechos humanos. El comunicado no mencionaba que Taiwán fuera parte de la gira, como previamente había sugerido la presidenta de la Cámara de Representantes.

Pelosi tenía prevista una visita a Taiwán en abril, pero tuvo que posponerse tras contagiarse de covid. Cuando anunció su intención de viajar a la isla en agosto, Pekín enfureció y respondió con amenazas militares. Advirtió también del «grave impacto» en las relaciones bilaterales si el viaje se llevaba a cabo.

China considera que Taiwán es una provincia escindida destinada a la reunificación, y se opone firmemente a todos los actos que parezcan apoyar al territorio como estado soberano independiente. Numerosas delegaciones políticas estadounidenses han realizado visitas no oficiales a Taiwán en los últimos años. Pelosi sería la funcionaria estadounidense de mayor rango desde 1997, cuando el entonces presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, visitó Taiwán.

Ante la posibilidad de una visita oficial de EE. UU, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, advirtió que China no dudaría en «tomar medidas contundentes para salvaguardar con firmeza la soberanía nacional y la integridad territorial». «Todas las consecuencias que se deriven serán asumidas por la parte estadounidense», añadió Zhao. Las amenazas del Gobierno chino han ido incrementando en los últimos meses y la firmeza de las declaraciones de Zhao preocuparon a numerosos miembros de La Casa Blanca, que mostraron su desacuerdo con la intención de Pelosi de viajar a Taiwán. Joe Biden, dijo a la prensa que creía que una visita a Taiwán «no era una buena idea en este momento».

Los líderes de ambos países mantuvieron una conversación telefónica el jueves para calmar las tensiones. En la llamada, que duró más de dos horas, Xi Jinping advirtió a Biden que no debería jugar con fuego cuando se trata de Taiwán. «Los que juegan con fuego perecerán por él», dijo Xi. Como reafirmación de sus palabras y demostración de poder militar, China realizó el sábado ejercicios con fuego real no anunciados previamente en las aguas de la provincia de Fujian, en el punto más estrecho entre China y Taiwán.

Washington no tiene lazos oficiales con Taipéi, pero es su mayor aliado y está legalmente obligado a proporcionarle armas para la autodefensa. Pekín se opone a cualquier iniciativa que otorgue legitimidad internacional a las autoridades taiwanesas y a todo contacto oficial entre Taiwán y otros países. Por ello China considera las acciones de EE UU una provocación que cuestiona el principio de «una sola China».

El Ministerio de Exteriores de Taiwán dijo después de la llamada entre Xi y Biden que Taiwán continuaría profundizando su estrecha asociación de seguridad con EE UU. La población de Taiwán ha vivido bajo la amenaza de una «reunificación» con China durante décadas, y algunos de sus habitantes dicen haberse acostumbrado al ruido de Pekín. No ha habido grandes señales de preocupación en torno a la posible visita de Pelosi. Aun así, la guerra en Ucrania ha aumentado la preocupación y ha provocado un incremento de los preparativos militares y civiles. Ante las recientes tensiones, el pasado lunes realizaron el mayor simulacro de ataque aéreo.

Figuras cercanas a la Casa Blanca, como Drew Thompson, antiguo funcionario del Departamento de Defensa, opinan que la falta de mención de Taiwán en el comunicado de prensa no significa necesariamente que la delegación no pueda pasar por allí a título extraoficial. Aunque quizás eliminar Taiwán de la lista oficial sea suficiente para el Gobierno chino. Es por ello que no se descarta un aumento de presencia militar alrededor de la isla, especialmente cuando el inicio de la gira de Pelosi en Asia coincide con el aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación, un día que subraya el papel de los militares en la protección de la soberanía nacional y la unidad de China.

La gira por Asia-Pacifico de Pelosi se produce en un momento políticamente delicado para los líderes chinos y estadounidenses. Se espera que Xi busque un tercer mandato sin precedentes en el Congreso a finales de este año, mientras que, en Estados Unidos, el Partido Demócrata de Biden se enfrentará a una dura lucha para mantener el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de mandato de noviembre.