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Corea del Sur

Indultado el «príncipe de Samsung» para impulsar la recuperación económica

El presidente surcoreano perdona a Lee Jae Yong, condenado a cinco años de cárcel por soborno y malversación de fondos en 2021

Lee Jae Yong, vicepresidente de Samsung, tras abandonar ayer la corte de Seúl
Lee Jae Yong, vicepresidente de Samsung, tras abandonar ayer la corte de SeúlKim Ju-sungAgencia AP

En Corea del Sur existe una larga tradición de perdonar las penas por corrupción a líderes empresariales, generalmente si su reincorporación al sistema podría ser beneficioso para el desarrollo del país. Los presidentes conceden indultos especiales en conmemoración de días nacionales importantes, como el Día de la Liberación –el 15 de Agosto–, que recuerda la rendición de Japón en 1945 que puso fin a décadas de poder colonial.

El heredero y líder de facto del Grupo Samsung, Lee Jae Yong, recibió hoy el indulto presidencial, ya que el Gobierno quiere impulsar urgentemente la recuperación económica tras la pandemia. El multimillonario, conocido en Corea como «el príncipe de Samsung», fue condenado a cinco años de cárcel por soborno y malversación de fondos en enero de 2021. El ministro de justicia, Han Dong Hoon, dijo que será «reintegrado» para darle la oportunidad de «contribuir a superar la crisis económica de Corea del Sur».

El indulto de Lee, al igual que el de otros lideres perdonados este viernes, busca que «lideren el motor de crecimiento continuo del país a través de la inversión activa en tecnología y la creación de empleo», añadió el ministro. Lee, de 54 años, es la segunda persona más rica de Corea del Sur y ocupa el puesto 275 de la lista del mundo, según Forbes, con un patrimonio neto de 7.900 millones de dólares (unos 7.690 millones de euros).

El magnate salió en libertad condicional en agosto de 2021 tras cumplir 18 meses de cárcel, poco más de la mitad de su sentencia original. La restricción laboral que la justicia le impuso entonces queda levantada con el indulto y Lee podrá reanudar sus responsabilidades ejecutivas en Samsung.

Una quinta parte del PIB surcoreano

En Corea, Samsung es más que una empresa de teléfonos y electrónica. Tiene decenas de filiales en ámbitos como semiconductores, infraestructura, deportes, sanidad u hostelería. La facturación de Samsung equivale a una quinta parte del Producto Interno Bruto del país. «Debido a la crisis económica mundial, el dinamismo y la vitalidad de la economía nacional se han deteriorado y se teme una prolongación de la recesión económica», dijo el Ministerio de Justicia en un comunicado. El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, dijo que espera que «este indulto especial servirá como una oportunidad para todos los surcoreanos para trabajar juntos en superar la crisis económica».

En 2017, Lee fue detenido acusado de sobornar a la entonces presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye. Lee pagó 8 millones de dólares (6.400 millones de euros) a la mano derecha de Park para conseguir el apoyo del Gobierno a una fusión de dos filiales de Samsung que fue clave para asegurar su control en el conglomerado. Lee fue condenado a cinco años de prisión por soborno, malversación de fondos y transferencia ilegal de activos al extranjero, entre otros delitos. Desde entonces, ha entrado y salido de la cárcel en dos ocasiones, y no ha llegado a cumplir su condena completa. De hecho, este es su segundo indulto. El primero se le concedió tras superar el 60% de su segundo período en prisión en agosto de 2021.

El padre de Lee, Lee Kun Hee, también fue condenado por soborno y fraude en la década de los noventa cuando era presidente de Samsung. Fue condenado a tres años, pero no cumplió un solo día de cárcel, indultado por el ex presidente Lee Myung Bak.

Corea del Sur tiene una larga historia de magnates acusados de soborno, malversación de fondos o evasión de impuestos. Muchos acaban con sentencias reducidas o suspendidas, o indultadas. La impunidad de los «chaebols» y su estrecha relación con la política es legendaria. Los «chaebols», –que en su traducción del coreano está formado por la combinación de las palabras «riqueza» (jae) y «clan» (beol)– es un término para referirse a las familias con imperios empresariales en una amplia variedad de servicios. Tienen una influencia considerable en la política del país que se remonta a su contribución a la prodigiosa recuperación tras la Guerra de Corea.

En Corea, estos grandes conglomerados dominan la economía, y los 10 principales representan alrededor del 80% del PIB. LG, Hyundai, Lotte y SK se encuentran entre ellos, pero Samsung es el más grande y poderoso de todos.

Lee recibió su indulto junto con otros tres empresarios, entre ellos el presidente del Grupo Lotte, Shin Dong Bin. El perdón se basa en el argumento de que los líderes «chaebol» son necesarios para la economía.

Tras el escándalo de corrupción de 2017, millones de surcoreanos salieron a las calles pidiendo la separación de la política y economía del país. Según varios expertos, permanece el deseo de abordar la cuestión de la corrupción, pero la preocupación por la recesión que se avecina es mayor. La consternación entre los críticos por el indulto de Lee no es compartida por el público surcoreano en general.

Una encuesta realizada el mes pasado muestra que el 77% de los encuestados estaba a favor del indulto de Lee. En estos momentos, los surcoreanos se aferran a un mito extendido en el país: “Si a Samsung le va bien, a Corea le va bien”.