Acuerdo

Australia elogia su " discreta diplomacia" tras el regreso a casa de la periodista Cheng Lei, detenida hace tres años por China

Canberra asegura que las diferencias estratégicas con China siguen existiendo pero se prefiere apostar por el diálogo

GRAF6143. SÍDNEY, 11/10/2023.- La periodista chino-australiana Cheng Lei, en Sidney después de que China la pusiese en libertad, tres años después de ser detenida por la supuesta violación de la ley de secretos de Estado. EFE/Ministerio de Exteriores de Australia/SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)
La periodista chino-australiana Cheng Lei llega a Australia tras ser liberada por ChinaAgencia EFE

La periodista australiana Cheng Lei, encarcelada por cargos relacionados con la seguridad nacional en China, ha regresado a su país, cerrando así un calvario de tres años que la situó en el centro de una amarga disputa diplomática entre Canberra y Pekín. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, declaró que la reportera estaba exultante por volver a su casa, tras años de complicadas gestiones con las autoridades chinas para garantizar su puesta en libertad.

A pesar de haber nacido en China, Cheng es ciudadana australiana desde hace años, ya que emigró a Melbourne con sus padres a la edad de 10 años. Como locutora, se hizo famosa trabajando en las cadenas estatales chinas de noticias en inglés. Sin embargo, en agosto de 2020 fue detenida de forma misteriosa y, desde entonces hasta hoy ha permanecido retenida sin acceso a los servicios consulares australianos.

“Entre abrazos y lágrimas, abracé a mis hijos y pude ver el cielo y la luz de un sol primaveral. La brisa hace temblar los árboles", declaró agradecida Cheng, madre de dos hijos, tras pisar territorio australiano el miércoles.

Así pues, el anuncio de su excarcelación allana el camino para que Albanese visite Pekín, tras años de hostilidades con su mayor socio comercial. El primer ministro viajará a Washington durante tres días, a partir del 23 de octubre, para participar en una cena de Estado en su honor en la Casa Blanca, y al Foro de las Islas del Pacífico, el 8 de noviembre, lo que deja margen para que potencialmente viaje a la capital china con motivo del 50 aniversario de la visita del primer ministro Gough Whitlam en 1973.

La detención de la reportera de la cadena estatal china de televisión CGTN se produjo en plena escalada de tensiones entre Australia y China por cuestiones de derechos humanos, disputas comerciales o la pandemia, por lo que sus defensores denunciaron que había sido víctima de una detención arbitraria.

Desde el juicio a puerta cerrada celebrado el año pasado, la ejecución de la sentencia de Cheng se había pospuesto al menos seis veces, y además la audiencia no contó con la presencia de funcionarios australianos. Al parecer, durante meses sufrió aislamiento solitario, diseñado para extraerle una confesión dentro del sistema jurídico chino, antes de ser trasladada a una prisión, donde tan sólo le permitía 10 horas de luz solar al año.

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino comunicó que efectivamente había sido condenada a dos años y once meses de cárcel. "Tras cumplir la pena, fue puesta en libertad", señaló el portavoz Wang Wenbin, quien subrayó " que el Departamento Judicial chino dictó en su momento esta sentencia de acuerdo con la legalidad".

En este contexto, los medios estatales chinos informaron el miércoles de que esta había sido sentenciada por "incumplir su contrato de trabajo y proporcionar ilegalmente secretos de Estado a un país extranjero". "En mayo de 2020, fue engatusada por personal de una agencia extranjera, violó la cláusula de confidencialidad firmada con la unidad empleadora y proporcionó ilegalmente los secretos de Estado que dominaba en el trabajo a dicha agencia a través de su teléfono móvil", informó la agencia de noticias estatal Xinhua.

Con todo, el ministro Albanese aseguró que había planteado este caso en una reunión formal con el primer ministro chino, Li Qiang, en Delhi, con motivo del G20 celebrado en septiembre. "Fue una oportunidad, de una manera menos formal, para poder debatir. El diálogo siempre es una buena idea, incluso con gente con la que no estás de acuerdo".

En otras ocasiones, China ha detenido a ciudadanos extranjeros por motivos de seguridad nacional y luego los ha puesto en libertad sin dar apenas explicaciones. Entre ellos se encuentran dos canadienses que estuvieron detenidos durante más de tres años acusados de espionaje y fueron puestos en libertad en septiembre de 2021, horas después de que Meng Wanzhou, ejecutiva de Huawei Technologies, llegara a un acuerdo con la fiscalía estadounidense para poner fin a un caso de fraude bancario en su contra. Por su parte, Pekín negó que dichas detenciones estuvieran relacionadas.

En la actualidad las relaciones entre Pekín y Canberra han experimentado una mejora desde la elección del gobierno laborista de centro-izquierda de Albanese en mayo de 2022, en particular con la reanudación de las reuniones ministeriales de alto nivel y el fin de varias restricciones a la exportación por parte de Pekín. Cabe destacar que, en noviembre del año pasado, Albanese se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, al margen de las reuniones del Grupo de los 20 en Indonesia.

“Esta liberación es un reflejo del trabajo que el gobierno y los diplomáticos australianos han realizado incansablemente entre bastidores", declaró Yun Jiang, miembro de China Matters del Instituto Australiano de Asuntos Internacionales. "Demuestra que la discreta diplomacia puede ser a veces más eficaz para lograr resultados concretos. Es una señal positiva, junto con la resolución de algunas disputas comerciales, de que China quiere una relación más positiva con este país", afirmó Jiang, según el rotativo South China Morning Post.

El director del Instituto de Relaciones Australia-China, James Laurenceson, declaró que la liberación de Cheng enviaba "una señal inequívoca de que Pekín quiere prolongar la trayectoria positiva que ha seguido la relación bilateral en los últimos 18 meses". "Implica que los irritantes inyectados en 2020 han sido, en su mayor parte, ahora eliminados. La diferencia de preferencias estratégicas entre Canberra y Pekín sigue existiendo. Pero ahora ambos comprenden que esta diferencia se gestiona mejor mediante el compromiso, el diálogo y una diplomacia serena y profesional", afirmó.