Incertidumbre en la sucesión monárquica

La princesa Bajrakitiyabha de Tailandia, en estado crítico por una infección sanguínea:

Con 46 años, Bajrakitiyabha, doctora en Derecho por Cornell y exembajadora en Austria, es un emblema de la monarquía tailandesa

La princess Bajrakitiyabha, hija mayor del rey de Tailandia
La princess Bajrakitiyabha, hija mayor del rey de TailandiaRUNGROJ YONGRITAgencia EFE

La princesa Bajrakitiyabha Mahidol, primogénita del rey Maha Vajiralongkorn, atraviesa un estado crítico tras más de dos años ingresada. Desde su colapso en diciembre de 2022 por una dolencia cardíaca durante un ejercicio militar en Nakhon Ratchasima, permanece inconsciente. La Casa Real informó este viernes que, desde el 9 de agosto, padece una severa infección sanguínea. Los facultativos la mantienen con soporte vital, administrando antibióticos y fármacos para estabilizar su presión arterial, bajo estricta supervisión.

Con 46 años, Bajrakitiyabha, doctora en Derecho por Cornell y exembajadora en Austria, es un emblema de la monarquía tailandesa. Su labor en defensa de mujeres encarceladas y su carisma la posicionaron como figura clave. Su ingreso hospitalario desencadenó ceremonias y muestras de devoción en un país donde la crítica a la realeza enfrenta duras penas. Ahora, este nuevo revés médico reaviva la inquietud en la nación asiática .

Un legado en jaque


El eventual fallecimiento de la infanta supondría un golpe desastroso para la institución tailandesa, ya bajo presión. Sin sucesor designado, Bajrakitiyabha era una candidata sólida frente al príncipe Dipangkorn, cuya juventud y rumores sobre su salud generan escepticismo. Su ausencia podría desatar tensiones internas entre las facciones vinculadas a las consortes del rey, amenazando la estabilidad dinástica. En un contexto de crecientes demandas democráticas, contenidas por leyes de lesa majestad, el luto nacional podría ocultar un debate soterrado sobre el futuro de la corona. Internacionalmente, la percepción de fragilidad en la institución inquietaría a socios estratégicos como Estados Unidos, mientras Bangkok navega entre las influencias de China y Occidente.

La muerte de Bajrakitiyabha podría acelerar discusiones sobre la sucesión, forzando al rey a designar un heredero o incluso a considerar cambios en las leyes de sucesión, que actualmente favorecen a los varones. Esto podría generar tensiones con sectores conservadores o modernizadores dentro de la élite tailandesa.

Además, aunque las leyes de lesa majestad limitan el debate público, la muerte de una figura tan prominente podría dar pie a críticas encubiertas o protestas simbólicas, especialmente si se percibe que la institución no aborda adecuadamente la sucesión o las demandas de mayor democracia.