Caso Wikileaks

Assange: «La guerra acaba de empezar»

Suecia archiva la causa de violación contra el fundador de Wikileaks ante la imposibilidad de interrogarle. Londres advierte de que si abandona la embajada de Ecuador será detenido

Julian Assange se dirige a los medios de comunicación en el balcón de la embajada ecuatoriana en Londres
Julian Assange se dirige a los medios de comunicación en el balcón de la embajada ecuatoriana en Londreslarazon

Suecia archiva la causa de violación contra el fundador de Wikileaks ante la imposibilidad de interrogarle. Londres advierte de que si abandona la embajada de Ecuador será detenido.

Sus defensores le ven como el hombre dispuesto a revelar la verdad que los poderoso ocultan. Sus detractores consideran que ha puesto en riesgo la seguridad internacional y debe ser juzgado por ello. Julian Assange es el hombre que puso en jaque a la Casa Blanca con las revelaciones de documentos secretos a través de su portal Wikileaks. Su caso dio ayer un giro inesperado después de que la fiscalía sueca anunciara el cierre de la investigación preliminar abierta en 2010 en su contra, por un supuesto delito de violación. La decisión supone el levantamiento de la orden de arresto internacional contra el periodista. «Para seguir con el caso, a Julian Assange se le debería notificar formalmente las sospechas criminales contra él. No podemos esperar recibir ayuda de Ecuador con respecto a esto, por eso se cierra la investigación», afirmó Ny. Sin embarto, el caso podría reabrirse no obstante si Assange vuelve a Suecia antes de 2020, cuando prescribe el delito.

Su historia bien podría merecer una película. Suecia reclamaba su extradición para esclarecer su supuesta implicación en cuatro delitos de naturaleza sexual que él niega. De esos cuatro delitos, dos por acoso sexual y un tercero por coerción ilegal, prescribieron ya el pasado agosto. El más grave, una violación «en grado menor» a una joven mientras dormía, continuaba vigente hasta 2020, pero ayer finalmente fue dado carpetazo. El «hacker» ha evitado hasta la fecha desplazarse a Estocolmo, ya que teme que ese país le entregue eventualmente a EE UU, donde afronta acusaciones por delitos de espionaje por las miles de filtraciones que en 2010 hizo su portal de informaciones del Gobierno.

Por este motivo, vive asilado desde hace casi cinco años en la Embajada de Ecuador de la capital británica. «Es una victoria importante para mí. Pero la batalla legal no ha acabado, de hecho la guerra no ha hecho más que comenzar», aseguró ayer en una fugaz intervención desde el balcón de su cautiverio. Denunció que durante estos años su nombre había sido difamado y que se estaba perdiendo como crecían sus hijos. «No olvido ni perdono». «Detención y extradición sin cargos se había convertido en una realidad en la UE, pero no era algo que se esperaba del Estado de derecho de Reino Unido», dijo. Assange agradeció alGobierno de Ecuador por concederle asilo político a pesar de las «intensas presiones» y prometió que Wikileaks continuará distribuyendo el material sobre las actividades de la CIA y que «acelerará» sus publicaciones.

Por otro lado, admitió que aún no puede salir a la calle sin temor a ser detenido. «Mis abogados están hablando con las autoridades británicas para entablar un diálogo y estudiar la mejor manera de seguir avanzando», dijo el fundador de Wikileaks, que se mostró también dispuesto a «dialogar» con el Departamento de Justicia norteamericana.

Durante estos casi cinco años, el «hacker» dice no haber visto la luz del sol. Vive en un espacio de 30 metros cuadrados y su salud se resiente, pero al Gobierno ecuatoriano le denegaron un salvoconducto humanitario para que recibiese atención especializada. Agotadas las vías legales en Reino Unido, Assange presentó su caso ante la ONU, que a principios del año pasado determinó que el periodista estaba «detenido arbitrariamente». En enero, el australiano aseguró estar «preparado» para terminar con su encierro después de que Chelsea Manning –condenada a 35 años de cárcel por una filtración de documentos secretos a Wikileaks– fuera incluida en la lista de 209 reclusos a los que Barack Obama conmutó su pena antes de abandonar la presidencia. Pero Manning, conocida antes de su operación de cambio de sexo como el soldado Bradley, salió en libertad el pasado miércoles y Assange sigue encerrado en su refugio.

La Policía londinense anunció ayer que procederá a detener al «hacker» si decide abandonar la Embajada de Ecuador. Además, el pasado abril, Jeff Sessions, Fiscal General de EE UU aseguró que quiere llevar a la cárcel a varias personas, entre ellas Assange.