Protestas

Aumenta la presión sobre Macron para que active el estado de urgencia

El 70% de los franceses estaría a favor del decreto, según un reciente sondeo

Paris (France), 30/06/2023.- French President Emmanuel Macron attends a government emergency meeting after riots erupted for the third night in a row across the country following the death of Nahel, a 17-year-old teenager killed during a traffic stop in Nanterre by a French police officer, at the emergency crisis center of the Interior Ministry in Paris, France, 30 June 2023. (Disturbios, Francia) EFE/EPA/YVES HERMAN / POOL MAXPPP OUT
French President Macron holds a new crisis meeting after third night of riots, in ParisYVES HERMAN / POOLAgencia EFE

La crisis que vive Francia asusta al Gobierno, a los sindicatos de policía y a la sociedad en general. Pasan las horas y la violencia no cesa. La cuarta noche de altercados se salda con 1.311 detenidos y casi 1.400 vehículos quemados por toda la geografía francesa, además de actos de pillaje, vandalismo de espacios públicos y 30 comisarías atacadas. Un duro balance que tiene por consecuencia que crezca la presión sobre el Ejecutivo para que decrete el estado de urgencia. De momento, el presidente francés Emmanuel Macron se resiste, pero incluso la opinión pública se muestra favorable: un 70% de los franceses ya estaría por su activación, según un sondeo publicado por BFM. Sin duda, hay estupefacción muy presente ante las imágenes, día y noche en las cadenas de televisión, de vehículos y edificios en llamas; ante los vídeos en las redes sociales de saqueos y lanzamientos de fuegos artificiales como proyectiles a la policía o de sucursales de bancos y escaparates de tiendas que arden una noche sí y la siguiente también.

Varios sindicatos de policía han mostrado su preocupación este sábado explicando que los equipos están exhaustos y la perspectiva de los próximos días es negra. Piden más medios. Aunque la situación en París ha mejorado levemente respecto a la noche anterior, Marsella se convertía el viernes por la noche en un auténtico escenario de batalla por casi todos sus barrios del centro. El alcalde la ciudad mediterránea ha pedido al Gobierno más efectivos para atajar a violencia y durante la mañana de este sábado el Ejecutivo aprobaba un envío de blindados y un equipo especializado en violencia urbana.

Vista la gravedad de la situación, Macron ha suspendido la visita que tenía programada para este domingo a Alemania. El presidente ha estado en contacto permanente durante el sábado con representantes de diferentes administraciones, especialmente alcaldes. Algunos de ellos como los de Clamart o Meudon, en la periferia suroeste de París, han tenido que instaurar toques de queda entre las 21.00 y las 06.00 horas de la mañana que en principio deben mantenerse hasta el lunes.

La crisis no solo deja destrozos y heridos, incluso ya hay algún muerto. Un joven de unos 20 años fallecía el viernes por la tarde por las lesiones al caer del techo de un supermercado en las afueras de Rouen, en Normandía. La caída se produjo “durante un saqueo”, según una fuente policial, aunque la Fiscalía de Rouen ha precisado que en aquel momento el comercio no estaba siendo saqueado.

Pero más allá de la estrategia policial para intentar atajar la violencia, el Gobierno insiste en apelar a los padres de los menores que están causando actos violentos. La media de edad, según fuentes policiales, es de 16 a 17 años. Se estructuran en grupos pequeños que acaban jugando al ratón y al gato con la policía con poco temor al riesgo incluso de la muerte, y esta es una apreciación que preocupa en Francia. Algunos de ellos incluso utilizan técnicas de guerrilla urbana. El Gobierno sabe que la estrategia pasa por responsabilizar a los padres de los menores haciéndoles corresponsables de los actos de sus hijos. El ministro de Justicia insiste en repetir a lo que exponen: reparar destrozos, pagos de multa e incluso responsabilidad penal “si no ejercen su responsabilidad paternal”.

Y mientras en Nanterre, el suburbio donde murió el pasado martes Nahel a tiros de la policía, se celebraba este sábado el funeral por el adolescente. La familia había pedido expresamente en las horas previas un respeto máximo a la intimidad y había pedido a los periodistas que no acudieran. El agente de que disparó ha sido imputado por homicidio voluntario y el jueves ingresó en prisión donde ya ha pasado dos noches. Su abogado ha explicado a los medios de comunicación que ha llamado a la familia de la víctima para pedirles perdón. Su línea de defensa es que, después de ver cómo el chico desobedecía varias veces la orden de detener el automóvil que conducía sin permiso, disparó para evitar que pudiese atropellarle a él y al otro agente que le acompañaba, o a otras personas.

La duda que ahora mismo hay en Francia es si esta grave crisis abierta va a superar en su dimensión a la de 2005, un precedente con muchas similitudes. En aquella ocasión las muertes de Bouna Traoré, de 15 años, y Zyed Benna, de 17, provocaron tres semanas de disturbios en toda Francia, poniendo de manifiesto la rabia y el resentimiento en unos suburbios abandonados y plagados de delincuencia. Los dos jóvenes murieron electrocutados tras esconderse de la policía en una subestación eléctrica de la ciudad periférica parisina de Clichy-sous-Bois. Con la muerte de Nahel, la violencia se extendió más rápidamente que en 2005, aunque no ha alcanzado la escala nacional ni la intensidad sostenida de aquellos disturbios. Las redes sociales, que no existían hace dos décadas, también jugaron sin duda un papel clave esta vez.