
Defensa
Australia se quiere convertir en una pequeña potencia militar: acaba de comprar navíos de guerra a este país
Australia refuerza su poderío naval con una adquisición de calado a Japón, en una operación que marca un hito para ambas naciones

Australia cierra un acuerdo de defensa con Japón para once fragatas de última generación. Esta operación, valorada en miles de millones, representa un paso considerable para la política de defensa australiana y un hito para la industria armamentística nipona, que rara vez exporta equipos bélicos por su constitución pacifista. Está claro que Australia va cada vez más en serio, presentando armas auténticamente futuristas.
La decisión australiana, anunciada por Richard Marles, subraya la creciente colaboración estratégica en el Indo-Pacífico. Este contrato se produce en un momento de reconfiguración militar australiana, enfocada en capacidades de ataque de largo alcance.
La elección de las fragatas Mogami se ha basado, según Marles, en la búsqueda de la mejor capacidad operativa para las fuerzas navales. El acuerdo es una muestra del acercamiento entre Canberra y Tokio en seguridad regional. Por otro lado, también está modernizando sus misiles guiados.
Un acuerdo de envergadura que redefine la defensa naval
El contrato, que asciende a diez mil millones de dólares australianos (cerca de 5.600 millones de euros), ha sido adjudicado a Mitsubishi Heavy Industries. La compañía japonesa se impuso a la oferta de la alemana ThyssenKrupp Marine Systems, según informan desde DW.
Para Japón, este acuerdo supone su mayor contrato de defensa exterior desde la Segunda Guerra Mundial y la primera exportación de buques de guerra desde antes de aquel conflicto. Históricamente, su constitución pacifista ha limitado la venta de armamento al extranjero.
Las fragatas Mogami son buques de última generación y sigilosos, con treinta y dos celdas de lanzamiento vertical para misiles de largo alcance. Esta capacidad es crucial para la estrategia de defensa australiana.
Marles ha recalcado que la elección se basó en la superioridad de estas naves. No obstante, The Australian apuntaba que la propuesta nipona fue vista inicialmente como más cara y de mayor riesgo, dado el escaso historial de Japón en la exportación de equipos de defensa.
La construcción de las once fragatas se realizará parcialmente en Australia. Las primeras tres unidades se construirán en el extranjero, el resto en Australia Occidental. Esto representa un desafío para Mitsubishi Heavy Industries, que hasta la fecha no ha construido buques de guerra fuera de Japón.
Desde 2023, Australia se reestructura para potenciar sus capacidades de ataque de largo alcance. Responde a la expansión militar de China en la región y busca aumentar su flota principal de once a veintiséis buques en la próxima década.
Este contrato es la mayor adquisición de defensa australiana desde 2021, cuando se comprometió a adquirir una flota de submarinos de propulsión nuclear bajo el pacto AUKUS con EE.UU. y Reino Unido. Antes, Japón perdió una licitación de submarinos no nucleares frente a Francia, contrato cancelado.
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