Defensa

El avión de combate F-35 vuelve a estar en peligro: exmilitares advierten sobre los recortes planeados por el gobierno de Trump

Generales de primer nivel alertan al Congreso estadounidense sobre los graves riesgos de los recortes en programas de defensa clave

Cazas F35 estadounidenses
Cazas F35 estadounidensesLookheed MartinLookheed Martin

Un grupo de dieciséis generales retirados de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, incluyendo seis antiguos jefes de Estado Mayor, ha lanzado una contundente advertencia al Congreso en Washington. A través de una carta pública, expresan su profunda alarma ante los planes del Pentágono de reducir la adquisición de cazas F-35A y cancelar el programa del moderno avión de vigilancia E-7 Wedgetail. Consideran que estas decisiones, previstas para el próximo año fiscal, comprometen seriamente la seguridad nacional.

Esta inusual intervención colectiva de mandos con décadas de experiencia en la cúspide del poder aéreo subraya la seriedad de la situación. Representa un consenso sin precedentes entre figuras que han liderado el servicio y conocido de primera mano sus necesidades operativas y estratégicas frente a un panorama global cada vez más complejo y volátil. La magnitud de los firmantes añade un peso significativo a su mensaje de alerta.

Los generales argumentan que, en un periodo de alta tensión geopolítica a nivel mundial, cualquier debilitamiento de las capacidades aéreas es inadmisible. Afirman que los recortes propuestos minarán la capacidad de disuasión de las fuerzas armadas y, lo que es más grave, su habilidad para prevalecer en posibles conflictos futuros si la disuasión fracasa. La carta es un llamamiento urgente a reevaluar las prioridades de inversión en defensa.

Los Pilares Aéreos en Peligro: Críticas a los Recortes Clave

En la misiva, los generales detallan su inquietud por dos decisiones concretas del presupuesto de defensa. La primera es la reducción drástica en la compra de cazas F-35A, pasando a adquirir solo 24 unidades. La segunda, y más preocupante para ellos, es la terminación del programa E-7 Wedgetail, un avión diseñado para reemplazar a la envejecida flota de alerta temprana y control aerotransportado (AWACS), tal y como recoge el medio defensenews.com. Estas medidas, según los expertos, dejan lagunas peligrosas en la defensa aérea estadounidense.

Respecto al E-7 Wedgetail, el Pentágono ha justificado su cancelación citando aumentos de coste, retrasos y preocupaciones sobre su capacidad de supervivencia en futuros escenarios bélicos altamente disputados. Proponen cubrir esta misión mediante activos espaciales y, como medida transitoria, con aviones E-2D Hawkeye. Sin embargo, los generales firmantes rechazan categóricamente esta alternativa. Señalan que el E-7 es crucial para el mando y control en grandes teatros de operaciones, un rol para el que el E-2D no está diseñado. Mientras Estados Unidos debate sobre qué plataforma usar, países como el Ejército del Aire español también trabajan en mejorar sus sistemas radar para detectar amenazas de todo tipo, demostrando la complejidad de la vigilancia aérea moderna que requiere soluciones robustas.

En cuanto al F-35, los generales son enfáticos en la necesidad de acelerar su producción para alcanzar la cifra objetivo de 1.763 aviones. Ponen de relieve el rendimiento del caza furtivo en operaciones recientes, como la "Operation Midnight Hammer" contra Irán, o el papel que jugó en la superioridad aérea lograda por Israel sobre territorio iraní. Insisten en que, a pesar de los desafíos de desarrollo, el F-35 es vital para la superioridad aérea.

La carta también aborda la viabilidad de las alternativas espaciales propuestas por el Pentágono para la gestión de batalla aérea. Los generales reconocen que es un objetivo futuro, pero advierten que superar los "desafíos científicos y de ingeniería desalentadores" necesarios para un sistema espacial operativo podría llevar décadas, no pocos años. Consideran que apostar por una capacidad que tardará tanto en materializarse, especialmente cuando la modernización militar en países como China, incluyendo su poderoso y sorprendentemente rápido ejército espacial, avanza a pasos agigantados, es una temeridad. Destacan que países aliados como Reino Unido, Australia o Corea del Sur, así como la OTAN, ya han optado por adquirir el E-7 Wedgetail.

La advertencia de este grupo sin precedentes de líderes militares retirados concluye con un llamamiento directo al Congreso para que revierta los recortes y asegure la adquisición de suficientes F-35 y E-7. Argumentan que es una cuestión de prudencia estratégica fundamental para garantizar que Estados Unidos pueda proyectar su poder y prevalecer en los conflictos que puedan surgir en el futuro. La magnitud de la crítica subraya el profundo desacuerdo con la estrategia de reducción de capacidades propuesta.