Avión Militar

Un avión militar de Estados Unidos se embarca en una misión secreta: esto es todo lo que sabemos hasta ahora

El enigmático avión espacial X-37B de las Fuerzas Armadas de EE.UU. se prepara para su octava misión, con sus objetivos aún por desvelar y el misterio rodeando las funciones de este vehículo no tripulado de Boeing

Avión militar despegando de una base aérea
Un avión militar de Estados Unidos se embarca en una misión secreta: esto es todo lo que sabemos hasta ahoraUSAF

El vehículo de prueba orbital X-37B, desarrollado por Boeing y operado por la Fuerza Espacial de Estados Unidos, completó con éxito su séptima misión el pasado 7 de marzo, aterrizando en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California. Este avión espacial autónomo y no tripulado sigue siendo objeto de un considerable halo de secreto, ya que la mayoría de sus funciones y objetivos operativos no se han desvelado públicamente.

Asimismo, la naturaleza militar del X-37B es palpable, pues se emplea para llevar a cabo experimentos militares en órbitas terrestres tanto altas como bajas. Este diseño modular permite una capacidad de reentrada autónoma, aunque siempre necesita un impulso externo para alcanzar su trayectoria orbital. Durante la séptima misión, se demostró su robusta capacidad de maniobra y se probaron tecnologías clave de conciencia del dominio espacial, entre ellas una compleja maniobra de aerobraking.

Además de estas pruebas, el avión espacial se utiliza para ensayar tecnologías muy avanzadas. Entre ellas destaca la experimentación con un sensor inercial cuántico para la navegación. Esta tecnología representa una posible alternativa al Sistema de Posicionamiento Global (GPS), una herramienta de calado para la defensa y seguridad nacional en un escenario donde la vulnerabilidad del GPS podría ser un riesgo. La necesidad de contar con sistemas de navegación robustos y autónomos es, por tanto, un objetivo claro.

El futuro incierto de la supremacía espacial

Con la séptima misión ya completada, la mirada se dirige ahora hacia la octava. Esta próxima fase del programa está prevista para el 21 de agosto de 2025, con un lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9, tal y como recoge el medio Interesting Engineering. La continuidad de estas misiones subraya la ambición del programa estadounidense en el ámbito espacial.

Por otro lado, el X-37B se consolida como un pilar fundamental dentro de la estrategia de Estados Unidos para mantener la supremacía tecnológica y militar en el espacio. Su capacidad para operar en secreto y probar nuevas herramientas lo convierte en un activo de considerable valor geopolítico.

En este sentido, la creciente importancia del espacio como un nuevo dominio de conflicto global es innegable. Misiones como las del X-37B son de una relevancia capital para la geopolítica del siglo XXI, marcando el pulso en una carrera espacial que ya no es solo científica, sino estratégicamente militar. El control y la innovación en órbita definirán buena parte del equilibrio de poder en las próximas décadas.