Elecciones
Berlusconi pacta una alianza con la Liga Norte
Ahora se decanta por ser ministro de Economía y no el «premier»
Aunque gane las próximas elecciones del 24 y 25 de febrero, Silvio Berlusconi podría no ser el próximo primer ministro de Italia. Es el precio que le ha puesto Roberto Maroni, líder de la Liga Norte, para reeditar la antigua alianza con el partido de «Il Cavaliere», el Pueblo de la Libertad (PDL). Lo reconoció sin empacho el propio magnate ayer en una entrevista radiofónica en la que informó de que habían acabado con éxito las largas conversaciones con la Liga para volver a concurrir de la mano a las urnas. Berlusconi dijo que si gana las elecciones, algo que hoy parece imposible por los augurios de las encuestas, decidirá el nombre del próximo primer ministro. Para él, el candidato ideal es Angelino Alfano, su delfín, quien ha acatado sin rechistar las continuas retiradas y vueltas a la política de su «capo». El ex mandatario criticó el poco poder que tiene el jefe de Gobierno («lo único que hace es redactar el orden del día de las reuniones del Consejo de Ministros») y aseguró que él se encargará de la cartera de Economía.
«Para lo que hay que hacer es muy importante esta figura», comentó, subrayando una vez más su experiencia en «la trinchera del trabajo». Por si había duda sobre si estaba cediendo el liderazgo del centro derecha, recordó que es él «el federador, el líder de la coalición». Maroni, sucesor de Umberto Bossi en la Liga Norte tras el escándalo por el uso ilícito de los fondos acabase con el histórico fundador, obtiene un premio importante por pactar con «Il Cavaliere». Será el candidato de la alianza de ambas formaciones en las elecciones regionales de Lombardía, que se celebran al mismo tiempo que las generales. Aunque tendrá difícil repetir los buenos resultados de 2008, en Lombardía la Liga puede alzarse con la victoria con el apoyo del PDL. Maroni, en un aviso de los problemas venideros del pacto con el magnate, comentó ayer que su candidato para «premier» no es Alfano, sino Giulio Tremonti, ministro de Economía en el último Gobierno de Berlusconi, pero hoy muy alejado de su antiguo jefe. El líder «liguista» también desveló uno de los puntos de la alianza firmada en la casa de «Il Cavaliere» en Arcore, cerca de Milán: «Construiremos una gran región en el norte que tendrá como objetivo gestionar al menos el 75% de los impuestos pagados por los ciudadanos».
Aunque sigue lejos de aspirar a ganar los comicios, el PDL ha mejorado algo sus expectativas en los últimos sondeos. Hace unas semanas estaba en poco más del 15% en intención de voto, aunque ahora podría llegar hasta el 20%. Berlusconi, siempre tan confiado en sí mismo, dice que alcanzará el 40%, pues sus electores «son muy fáciles de convencer».
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