Cargando...

Defensa

La bestia atómica de la India: el submarino diseñado para acechar en silencio durante una década

En plena escalada de tensión con Pekín, la India desarrolla en secreto un potente reactor nuclear para su nueva flota de submarinos, un salto tecnológico con el que busca competir por la hegemonía naval en el Indo-Pacífico

Un submarino nuclear de Estados Unidos que sirve para ilustrar la noticia US Navy

En el complejo tablero geopolítico de Asia, la capacidad de disuasión nuclear lo es todo. Por eso la India ha puesto toda la carne en el asador para consolidar su tríada atómica, garantizando una respuesta devastadora ante un hipotético primer ataque. Este pilar de su defensa, conocido como la capacidad de segundo ataque, se ha convertido en una prioridad absoluta para Nueva Delhi. Esta estrategia se fundamenta en la comprensión de las terribles consecuencias de un conflicto atómico, un escenario que ilustra a la perfección lo que pasaría si cayera sobre una ciudad una bomba nuclear como la más poderosa de Rusia.

De hecho, la pieza clave de esta doctrina reside en una plataforma que sea virtualmente indetectable, capaz de permanecer oculta durante meses en las profundidades del océano. La idea es contar con una base de lanzamiento móvil e invisible desde la que ejecutar un contraataque nuclear sin previo aviso, un elemento disuasorio de primer orden en una región cada vez más inestable.

En este contexto, el Gobierno indio ya trabaja en el desarrollo de una nueva generación de submarinos, la clase S5. Se trata de auténticos gigantes de 13.000 toneladas de desplazamiento, diseñados para albergar entre doce y dieciséis misiles balísticos K-5, con un alcance que ronda los 5.000 kilómetros, según informa el medio Interesting Engineering. Este esfuerzo de modernización no es aislado, ya que se produce en un escenario de rearme global en el que, según los expertos, Rusia también quiere probar un nuevo misil nuclear para potenciar su arsenal.

El corazón atómico de la nueva flota india

Y es que para mover a estos colosos y mantenerlos operativos durante largos periodos, se necesita un motor a la altura. El Centro de Investigación Atómica Bhabha (BARC) ya se encuentra en la fase de producción de un nuevo reactor de agua ligera presurizada de 200 megavatios, lo que supone un salto tecnológico abismal frente a los actuales propulsores de 83 megavatios que equipa el submarino INS Arihant.

Asimismo, una de las características más notables de este nuevo sistema de propulsión, que utiliza uranio enriquecido como combustible, es su autonomía. Podrá funcionar de manera ininterrumpida durante una década sin necesidad de recargar, lo que amplía de forma drástica el alcance y la duración de las patrullas. Esto les permitirá operar en silencio durante años, convirtiéndose en una amenaza latente y constante.

Al fin y al cabo, este ambicioso proyecto, desarrollado bajo el más estricto secreto, no es más que una respuesta directa a la creciente presencia naval de China en la región del Indo-Pacífico. Con este movimiento, Nueva Delhi busca reforzar su capacidad de disuasión y mantener el equilibrio de poder en una de las zonas de mayor tensión geopolítica del planeta.