Política

Elecciones en Túnez

Beyi Caid Essebsi, el hombre que supo decir «no» a las dictaduras

El casi seguro ganador de las elecciones presidenciales que hoy concluyeron en Túnez, Beyi Caid Essebsi, de 88 años, aparece como el único capaz de sacar al país de la crisis por su larga y respetada trayectoria política.

Nacido el 29 de noviembre de 1926 en una familia de la burguesía ilustrada que hizo fortuna, Essebsi comenzó en política como miembro activo de la resistencia contra el protectorado francés mientras finalizaba sus estudios de Derecho en París, con un aura de luchador anticolonialista que siempre ha sido un “plus” en el Magreb.

Con la independencia, en marzo de 1956, el joven abogado ocupó varios puestos: representante del presidente Habib Burguiba; responsable de varias áreas en el Ministerio de Interior, hasta llegar a director de la Seguridad Nacional y a titular de Interior en 1967 y responsabilizarse en 1969 de la cartera de Defensa.

A principios de la década de 1970, la crisis política que atravesaba el sistema de partido único instaurado por Burguiba, debido al fracaso económico de una política de colectivización socialista de las tierras agrícolas, hizo creer a muchos que supondría el fin del monopartidismo.

Sin embargo, Burguiba rechazó una apertura y Essebsi criticó al partido Neodestur, declinó el puesto de embajador en Francia, abandonó su carrera política y pasó a ejercer la abogacía.

Una década después, los aires de cambio que parecían prometer democracia, en la época del primer ministro Mohamed Mazali, devolvieron a Essebsi a la política y durante seis años (1981-1987) ocupó la cartera de ministro de Asuntos Exteriores.

El favorito a ganar las elecciones del domingo no se afilió al Neodestur hasta que el golpe de Estado de Zin al Abedín Ben Alí en 1987 lo transformó en el partido Agrupación Constitucional Democrática (RCD, siglas en francés).

Essebsi -que como muchos tunecinos pensaba que el RCD traía bajo el brazo la democracia- fue elegido diputado en 1989 y presidente del Parlamento del 14 de marzo de 1990 al 9 de octubre de 1991, cuando, por segunda vez en su vida, volvió a abandonar la política al vislumbrar la deriva dictatorial del régimen de Ben Alí.

Durante veinte años desapareció de la vida pública hasta que las primeras revueltas de la Primavera Árabe, que acabaron con el régimen de Ben Alí en 2011, lo devolvieron a la primera línea del convulso escenario político tunecino con el inicio de una transición democrática.

Tras la caída del Gobierno del longevo primer ministro de Ben Alí, Mohamed Ganuchi, por la presión de la calle, ocupada por miles de jóvenes, Essebsi lideró el Ejecutivo desde el 27 de febrero hasta el 24 de diciembre de 2011, cuando fue sustituido por el primer ministro islamista, Hamadi Yabali.

En esos meses de “revolución” Essebsi se encargó de organizar las primeras elecciones democráticas, transparentes y libres de Túnez, de las que salió una Asamblea Nacional Constituyente que debía redactar una nueva Constitución en un periodo que se prolongó hasta el pasado 27 de enero, cuando fue adoptada.

Tras abandonar la jefatura del Gobierno, Essebsi anunció la creación de un partido político para posibilitar una alternancia democrática frente a los islamistas del partido Al Nahda, que habían ganado las elecciones para la constituyente: así nació Nidá Tunis (Llamada por Túnez), que obtuvo la autorización el 6 de julio de 2012.

El partido se convirtió pronto en punta de lanza de los laicos contra los islamistas y además comenzó a propugnar “la inclusión de todos los tunecinos”, una referencia nada velada a toda la clase que había colaborado de un modo u otro con Ben Alí y a la que una ley de “protección de la revolución” pensaba excluir.

Cuando Al Nahda, superado por la violencia política y la crisis económica galopante, tuvo que dejar el Gobierno para dar paso a un Gabinete tecnócrata, Essebsi ya estaba lanzado a la primera línea y fue elegido candidato presidencial por su partido.

A punto de cumplir 89 años, el presidente de Nidá Tunis ha conseguido que su partido, con solo dos años de vida, ganase las pasadas elecciones legislativas del 26 de octubre al lograr 85 escaños sobre un total de 217, con los islamistas de Al Nahda en segundo lugar.