Elecciones en Estados Unidos
Biden amenaza el liderazgo de Clinton en las primarias
La noticia revolucionaría la competición por la Casa Blanca. Resulta que Joe Biden, vicepresidente de EE UU, el hombre tranquilo al lado de Obama, ha fichado a una nueva directora de comunicación, Kate Bedingfield, portavoz del candidato demócrata John Edwards en 2008. Ya se especula si en realidad no asistimos al primer movimiento con vistas a competir por la presidencia. Un anuncio que convulsionaría este verano de mítines encuestas, liderado por el explosivo Donald Trump. «Será una asesora clave, un activo fantástico para nuestra oficina y un miembro importante de toda la organización de la Casa Blanca», ha dicho el vicepresidente en un comunicado, mientras la revista «Politico» insinúa que la visita que tributó el pasado sábado a la senadora Elizabeth Warren, cuyo apoyo es «muy codiciado entre los demócratas», confirmaría que Biden acaricia ya la idea de presentarse a las primarias.
Hasta el momento, Biden ha preferido no hacerse notar, mientras, Hillary Clinton y Bernie Sanders trabajan a pleno pulmón para afianzar sus respectivas posibilidades. Para la cadena de televisión NBC, la irrupción de Biden sería maná para Clinton, que ha demostrado ser una mala candidata cuando no tiene competencia, pero siempre se crece y brilla en condiciones adversas. Sanders, por su lado, continúa sorprendiendo al «establishment» con su discurso populista, que arrastra multitudes en cada mitin, pero pocos confían en que la estrella le dure hasta alcanzar el Despacho Oval.
Por si acaso, el «Wall Street Journal» advierte de que quizá sea demasiado tarde, por cuanto una campaña sólida, con posibilidades de triunfo, requiere de entre 50 y 100 millones de dólares, y para recaudarlos hace falta tiempo. Aparte, no está claro si Biden sobreviviría al mito del presidente con el que trabaja, distanciarse de ciertas polémicas y marcar territorio frente Hillary, a la que le une una buena amistad. Danielle Kurtzleeben, de la radio pública de EE UU, la NPR, ha recordado que uno de los principales problemas de Biden consistirá en seducir al ala más izquierdista del partido demócrata, precisamente aquellos que hoy votarían a Sanders. Pesan sus lazos con la industria de las tarjetas de crédito, muchas de ellas con sus sedes radicadas en Delaware, el estado de Biden, y que durante años fueron las grandes benefactoras de sus campañas políticas. Por otro lado, explica Kurtzleeben, hizo lo que hacen todos los políticos, es decir, ayudar a la industria de su estado.
Pero nadie duda de que Biden es un hombre respetado. Pudo comprobarse el pasado junio, cuando el candidato republicano Ted Cruz hizo un chiste sobre la supuesta ineficacia del vicepresidente. El problema de Cruz era que pocas horas antes había fallecido, víctima de un tumor cerebral, Beau Biden, hijo de Joe, veterano de guerra y ex fiscal general de Delaware. Tenía 46 años. La clase política, con independencia de banderías, fobias, intereses, filias y credos, acudió al rescate del desolado padre. Muchos recordaron que en 1972 Biden enviudó de su primera esposa, Neilia, que falleció en accidente de tráfico junto a la niña de un año de la pareja, Naomi. Quién sabe si, lejos de retirarse, intentará una última gesta.
La presidenta del senado ruso, ¿vetada en EE UU?
Una fuente de la Cámara alta del Parlamento ruso afirmó que EE UU había negado el visado de entrada a Valentina Matviyenko. presidenta del Senado ruso, quien figura en la lista de altos cargos rusos sancionados por EE UU con la prohibición de entrar en el país por la anexión rusa de Crimea y su apoyo a los separatistas prorrusos. EE UU se justificó diciendo que la orden estaba todavía en trámite.
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