Biden justifica el envío de bombas de racimo a Kyiv: "Esta guerra va de munición"

Joe Biden comienza una gira de cinco días por Europa en medio de las críticas por el nuevo plan de ayuda militar a Ucrania, que incluye el envío de bombas de racimo. Varios aliados de Washington han expresado su preocupación por la decisión de proveer a Kyiv con estas municiones que dispersan pequeñas cargas explosivas diseñadas para estallar antes, durante o después del impacto, lo que con frecuencia termina en víctimas civiles. En el trato que ahora se hace, los ucranianos se comprometieron a reservar esos ataques a zonas que no pongan en riesgo a personas ajenas al conflicto. Biden justificó en una entrevista en CNN la decisión porque es necesaria para el esfuerzo bélico de Ucrania y porque «esta es una guerra que va de munición y se están quedando sin munición».

Más de cien países, entre ellos España, Francia y Alemania, prohíben el uso de estas bombas en virtud de la Convención sobre Municiones de Racimo, debido a su triste historial de víctimas civiles. EE UU, Rusia y Ucrania, por su parte, no han firmado el tratado.

Esta visita, además de hacer frente a esa tensión, se espera que centre su enfoque en la reunión de la OTAN que se celebra el martes y el miércoles en Vilna (Lituania), donde se intensificará la presión para que Suecia sea aceptada para unirse a la Alianza. «Esperamos una semana ocupada en Europa. Y esperamos que el presidente pueda consolidar, fortalecer y dar impulso a la sólida alianza unida que ha estado enfrentando de manera efectiva la agresión rusa», dijo el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Biden comienza su viaje en Londres, donde se reunirá este lunes con el rey Carlos III en el Castillo de Windsor, marcando el primer encuentro entre ambos desde que el monarca fuera coronado en mayo. El mandatario estadounidense no asistió al evento y, en su representación, fueron la primera dama Jill Biden y su nieta Finnegan. «Mientras esté en Londres, se reunirá con el rey Carlos en el castillo de Windsor y participará en un foro que se centrará en movilizar finanzas climáticas, especialmente atrayendo la inversión privada para la implementación de energía limpia y adaptación en los países en desarrollo», dijo Sullivan.

También se espera que Biden se reúna con el primer ministro, Rishi Sunak, siendo esta la sexta vez que ambos líderes se encuentran en los últimos seis meses. Se reunieron por última vez en la Casa Blanca en junio. Desde Londres, Biden se dirigará a Vilna para asistir a la 74ª cumbre de la OTAN. «Ucrania no se unirá a la OTAN después de esta cumbre», enfatizó Sullivan, pero añadió que se discutirán «los pasos necesarios a medida que sigue en su camino». «Vilna será un momento importante en ese camino hacia la membresía porque EE UU, nuestros aliados de la OTAN y Ucrania tendrán la oportunidad de discutir las reformas que aún son necesarias para que Ucrania cumpla con los estándares de la OTAN», añadió.

Sin dar muchos detalles, también portavoces estadounidenses adelantaron que sobre la mesa estará cómo la OTAN respaldará de manera más contundente la contraofensiva ucraniana en marcha. Por lo pronto, se habrían logrado avances en el sureste del país, pero el presidente ucraniano pide a Occidente hacer más para que esas acciones militares se concreten más rápido. Específicamente pide a Washington los aviones de combate F-16, un tema que sigue estancado por parte de la Casa Blanca, que ha dado como alternativa temporal el entrenamiento de pilotos ucranianos para que eventualmente puedan hacer uso las naves.

Esta edición de la cumbre de la OTAN será la primera donde Finlandia, que ingresó en abril, participará como socio de pleno derecho, y surge una pregunta persistente sobre si Turquía y Hungría levantarán las objeciones a la entrada de Suecia. Biden se reunió con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, en la Casa Blanca el jueves, calificando al país como un «socio capaz y comprometido» para EE UU y reiterando su llamamiento para que se una a la OTAN. Sin embargo, Sullivan y también el secretario de Estado, Antony Blinken, durante meses intentaron mover el veto de Ankara infructuosamente. La gira de Biden finalmente concluirá el jueves en Helsinki con una cumbre con los países nórdicos.