Israel en guerra
Biden promete que EE UU proporcionará a Israel todo lo que necesite para defenderse del ataque de Hamás
La Casa Blanca confirma que entre los fallecidos se cuentan al menos 14 ciudadanos estadounidenses
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, apareció escoltado en la Casa Blanca por su vicepresidenta, Kamala Harris, y el secretario de Estado, Antony Blinken, para comentar por segunda vez la evolución del ataque sin precedentes de Hamás contra Israel que deja a esta hora más de 1.000 israelíes muertos y cerca de 3.500 heridos.
Compareció minutos después de mantener una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la que participó por primera vez Harris: «Acabo de hablar por teléfono por tercera vez con el primer ministro Netanyahu. Le dije que la respuesta de Estados Unidos será rápida y abrumadora».
«Como todas las naciones del mundo, Israel tiene derecho a responder. De hecho, tiene el deber de responder a estos ataques despiadados», subrayó Biden. «Nos aseguraremos de que Israel tenga lo que necesita para cuidar a sus ciudadanos y defenderse, para responder a este ataque».
En este sentido, el presidente de EE UU ordenó a su equipo «que comparta información de inteligencia y despliegue expertos adicionales de todo el Gobierno de Estados Unidos para consultar y asesorar a sus homólogos israelíes sobre los esfuerzos de recuperación de rehenes».
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, añadió en una comparecencia posterior que Biden había encomendado a su equipo «la planificación de contingencias para todos y cada uno de los escenarios de escalada», lo que explica, en palabras de Sullivan, el despliegue de su mayor portaaviones en aguas del Mediterráneo «para enviar un claro mensaje de disuasión a otros Estados o actores no estatales que podrían tratar de ampliar esta guerra».
Sullivan acusó a Irán de ser «cómplice de este ataque, en un sentido amplio». Aunque matizó que la Casa Blanca no ha podido confirmar por el momento si la República Islámica había coordinado la operación o si únicamente estaba al corriente.
Confirmó Biden que entre los fallecidos se cuentan al menos 14 ciudadanos estadounidenses. «Ahora sabemos que hay ciudadanos estadounidenses entre los retenidos por Hamás», añadió el demócrata, sin precisar cifras. Sullivan, por su parte, cifró en 20 el número de estadounidenses desaparecidos desde que comenzaran las hostilidades: «No sabemos cuántos son rehenes».
«El pueblo de Israel ha vivido un momento trágico este fin de semana, ensangrentado por las manos de la organización terrorista Hamás, cuyo objetivo declarado es matar judíos», apuntó Biden, que describió el ataque como «un acto de pura maldad».
Comparó en este sentido las acciones de Hamás con las masacres cometidas por Dáesh: «Esto es terrorismo, que tristemente para el pueblo judío, no es nuevo. Este atentado ha sacado a la superficie recuerdos dolorosos. Las cicatrices llevadas por un milenio de antisemitismo y genocidio». Visiblemente afectado, el inquilino de la Casa Blanca aseguró que entre los muertos a manos de Hamás se cuentan bebés, y que las mujeres han sido «violadas, agredidas y exhibidas como trofeos».
Matizó Biden hacia el final de su intervención, en la que no admitió preguntas de la prensa, que Hamás «no defiende el derecho del pueblo palestino a la dignidad y la autodeterminación. Sus propósitos declarados y la aniquilación del Estado de Israel sobre el asesinato del pueblo judío. Utiliza a civiles palestinos como escudos humanos y sólo ofrece terror y derramamiento de sangre sin importarle pagar el precio».
El presidente de EE UU evitó comentar, sin embargo, la campaña de bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza en respuesta a la ofensiva de Hamás, que deja por el momento 900 fallecidos, entre los cuales se cuentan 260 niños, según la última actualización del Ministerio de Sanidad gazatí.
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