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Biden seduce a los sindicatos en el inicio de su campaña

El demócrata da su primer mitin en «la ciudad del acero».

Joe Biden, ayer, tras su mitin en Pittsburgh. Foto: Reuters
Joe Biden, ayer, tras su mitin en Pittsburgh. Foto: Reuterslarazon

El demócrata da su primer mitin en «la ciudad del acero».

Suenan tambores de guerra en el partido demócrata y su principal candidato, Joe Biden, se apresta a conjurarlos. Para lograrlo el que fuera vicepresidente con Barak Obama inauguraba su campaña electoral, orientada a lograr la nominación, con un mitin en Pittsburgh. El lugar y la audiencia elegidas distaban mucho de ser anecdóticos o banales. Se trata de la ciudad industrial, la ciudad del acero, por mucho que en tiempos recientes se haya reinventado como núcleo tecnológico e intelectual. La ciudad fue, durante años, epicentro del relato de la clase obrera estadounidense. Un bastión de todo lo que los demócratas juraron defender. En su libro de 1977 dedicado al Canal de Panamá, titulado,

El camino entre los mares, el historiador estadounidense David McCullough escribió que «Alrededor de 50 molinos, fundiciones, talleres mecánicos y fabricantes de especialidades de Pittsburgh participaron en el Canal, elaborando remaches, pernos, tuercas, vigas de acero, placas de acero, moldes de acero para las paredes de las esclusas, tubos especiales de acero plegables, 18.794 rodamientos de rodillos de acero para las válvulas y compuertas». Qué mejor espacio, más simbólico y también más contradictorio, para zarpar en una guerra que aspira a distanciarse todo lo posible de Hillary Clinton y sus discursos identitarios. Lo primero, entonces, es recabar la solidaridad de los sindicatos. Los grandes olvidados cuando el partido dictaminó que sus nuevas fuerzas de choque estaría con las diversas tribus. En las antípodas de los relatos de Ocasio Cortez, Biden había recibido horas antes el apoyo explícito del sindicato nacional de bomberos, cuyos Harold Schaitberger, explicitó su respaldo a la candidatura del demócrata. «En nombre de la Asociación Internacional de Bomberos», anunció, «me enorgullece anunciar que apoyamos a Joe Biden y respaldamos su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Joe se parece mucho a nuestros bomberos. Es un solucionador de problemas. Alguien profundamente preocupado por los Estados Unidos y comprometido a mejorar nuestro país. Es uno de los defensores más firmes de las familias trabajadoras. Sabe que una clase media fuerte significa unos Estados Unidos fuertes, y nosotros sabemos que, como presidente, defenderá a todos los patriotas estadounidenses que solo quieren un salario decente, enviar a sus hijos a la universidad, tener una atención médica asequible y una jubilación decente y segura». Pero no todo será un camino de rosas para el hombre del establishment demócrata. Biden fue un significado defensor de los tratados de libre comercio. Una postura que le granjeó la enemistad de no pocos líderes del movimiento sindical, muchos más próximos a los postulados de su rival Bernie Sanders.

A ganarse los favores de ese electorado que abandonó los bastiones de invierno para abrazar los discursos de Trump dedicará el candidato Biden los próximos meses en la carretera. El camino se antoja difícil, pero responde al llamamiento de quienes, como Mark Lilla, consideran que los demócratas habían dejado huérfanos a los suyos.