Invasión rusa
Misiles "Iskander" rusos contra bomberos y rescatistas ucranianos
Rusia ataca un hotel en Pokrovsk y lanza un segundo proyectil cuando ya había llegado un primer equipo de emergencia a la zona
«Otra alerta aérea en todo el país. Cada vez que se siente como si todos fuéramos llevados a recibir un disparo. Pero cada vez solo le disparan a uno de nosotros. Hoy no eres tú. Tómate un descanso, por un tiempo». Es un extracto de uno de los poemas que refleja la realidad cotidiana de millones de ucranianos. Fue escrito por Victoria Amelina, la autora que recopiló evidencia de los crímenes de guerra rusos hasta que fue asesinada en un ataque con misiles contra una pizzería popular en Kramatorsk a finales de junio.
El lunes, otro lugar popular, un hotel, ubicado en un edificio residencial en otra ciudad de la región de Donetsk, Pokrovsk, resultó dañado por un ataque con misiles rusos de doble toque. Varios edificios de varios pisos también resultaron gravemente dañados. Al menos siete personas murieron y 88 resultaron heridas, incluidos varios policías y bomberos que llegaron al lugar después del primer ataque.
«Es una táctica rusa habitual. Golpean una vez, luego esperan a que lleguen los bomberos y atacan por segunda vez», dijo el jefe de la administración regional Pavlo Kyrylenko. Dado que se temía que los civiles quedaran enterrados por los escombros del edificio de su casa en el primer ataque, los bomberos tuvieron que hacer todo lo posible para salvarlos.
El primer ataque ocurrió a las 19:15. El segundo a las 19:52 después de que decenas de rescatistas ya estuvieran en el lugar. El jefe adjunto de los bomberos de la región, el coronel Andriy Omelchenko, falleció en el ataque. Según la Fiscalía de Ucrania, Rusia atacó la ciudad, situada a varias decenas de kilómetros del frente, con misiles Iskander.
Desde el inicio de la invasión, 78 bomberos ucranianos han muerto y 280 han resultado heridos, informó el portavoz del servicio, Oleksandr Jorunzhyi. Dijo que los rescatistas están protegidos por las convenciones internacionales, ya que no participan en el combate, sino que trabajan para salvar y brindar ayuda a los heridos.
El Ministerio de Defensa de Rusia negó, como siempre, haber matado a civiles y rescatistas, y afirmó que los misiles alcanzaron un puesto de mando del Ejército ucraniano. Un portavoz militar, Sergiy Cherevatyi, desestimó esa afirmación y señaló que Moscú afirma haber destruido este puesto de mando específico ya por «tercera o cuarta vez». «Los terroristas rusos continúan combatiendo contra los civiles», subrayó.
La secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejicnovic Buric, condenó «en los términos más enérgicos» el ataque ruso. «Estos crímenes no deben quedar impunes», aseveró.
Según Cherevatyi, las fuerzas ucranianas mantienen la iniciativa cerca de Bajmut. «El enemigo está resistiendo desesperadamente», señaló y reveló que allí murieron 65 soldados rusos en las últimas 24 horas y 120 resultaron heridos.
En total, más de 250.000 soldados rusos han muerto en Ucrania desde el comienzo de la invasión, según estimaciones del Ejército ucraniano. Recientemente, las pérdidas diarias rusas se han mantenido bajo 700 mientras Ucrania apunta a la artillería enemiga para debilitar su defensa.
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