
Hoja de ruta
El borrador del plan de paz de EEUU contempla amnistía para Hamás y un gobierno de transición en Gaza
Trump se reúne hoy con Netanyahu con el objetivo de avanzar hacia una tregua permanente en la Franja

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá este lunes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para abordar la situación en Gaza, donde ya han sido asesinadas más de 65.000 personas a manos de las fuerzas armadas israelíes. El mandatario estadounidense quiere acabar con la guerra en la Franja y para ello presionará a la Netanyahu a aceptar un plan de paz de 21 puntos. En una publicación en su plataforma Truth Social el domingo, Trump declaró: «Tenemos una oportunidad real de GRANDEZA EN ORIENTE MEDIO. TODOS ESTÁN ALINEADOS PARA ALGO ESPECIAL, POR PRIMERA VEZ. ¡LO CONSEGUIREMOS!».
Esta será la cuarta visita de Netanyahu desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero y se cree que el líder hebreo intentará reforzar el apoyo de su más importante socio, que sufre un creciente aislamiento internacional casi dos años después de iniciar su guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
El documento, que ha sido filtrado en medios del mundo árabe, contempla un alto el fuego permanente, una amnistía e inmunidad para los miembros de Hamás, tanto funcionarios como combatientes siempre y cuando acepten una “coexistencia pacífica”. Asimismo, quienes deseen salir de Gaza podrán hacerlo mediante un paso seguro hacia países receptores. Sin embargo, en un desafiante discurso ante la ONU el viernes, Netanyahu no mencionó el plan de 21 puntos e insistió en que Israel “terminaría el trabajo” contra Hamás en Gaza y no permitiría la creación de un Estado palestino, como exige gran parte de la comunidad internacional.
La administración estadounidense exige a Hamás a liberar a los 48 rehenes (solo 23 de ellos siguen con vida) en un plazo de 48 horas tras la aceptación del acuerdo. A cambio, Israel liberará a cientos de prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua, más de 1.000 detenidos desde el inicio de la guerra, y devolverá cientos de cuerpos palestinos.
Israel se comprometería, según este borrador, a no realizar ataques quirúrgicos en Qatar, dado el rol mediador de Doha, como el ataque de hace tres semanas en el que mató a dirigentes del movimiento islamista. Asimismo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) detendrán las operaciones en la Franja y se retirarán gradualmente de Gaza sin ocupar ni anexar el territorio.
El plan de Trump contempla que Gaza sea administrada por un gobierno temporal de tecnócratas palestinos, encargado de los servicios básicos del territorio, ahora en ruinas tras dos años de bombardeos continuados. Hamás no tendría ningún papel en el futuro gobierno del enclave. Estados Unidos y un conjunto de socios árabes formarían una fuerza de estabilización internacional temporal que garantizaría la seguridad y entrenaría una fuerza policial palestina permanente.
El informe de la administración estadounidense no incluye nada parecido al resort vacacional ideado por Trump, que planteaba la salida de más de dos millones de gazatíes. El plan busca la desradicalización y reconstrucción de la Franja, incentivando a los residentes a permanecer allí. Por tanto, los gazatíes no estarán obligados a abandonar el enclave y quienes se marchen podrán regresar.
Por último, el proyecto plantea reformas en la Autoridad Palestina y abre la puerta a una “vía creíble hacia un Estado palestino”, reconociendo esa aspiración como legítima del pueblo palestino.
El diario Financial Times habló con una fuente israelí que expresó "alarma" y "caos" dentro de la delegación israelí en Estados Unidos, que considera que algunos países árabes han influenciado a Trump para "apoyar un plan que va en contra" de la posición israelí.
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