América Latina

Borrell aplaca las críticas con el anuncio de un diálogo sobre derechos humanos en noviembre con Cuba

El político español se desplaza a la Habana para contrarrestar la influencia china y rusa en la isla

El máximo representantes de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, concluye este sábado su viaje a Cuba en medio de fuertes críticas por no haberse reunido con los opositores al régimen y por la poca atención prestada al respeto a los derechos humanos. Como modo de aplacar esta polémica, Borrell ha anunciado durante este visita que en noviembre se celebrará en La Habana el foro de diálogo sobre derechos humanos encabezado por el enviado especial de la UE, Eamon Gilmore.

La visita del alto representante tiene como objetivo impulsar la iniciativa privada que tímidamente va haciéndose hueco en la isla a través de pequeñas empresas y contrarrestar la influencia de Rusia y China tanto en Cuba como en el resto de América Latina. Precisamente esta será una de las prioridades de la presidencia española de la UE que comienza el 1 de julio. En el caso de la Habana la sintonía con Vladimir Putin parece haberse revitalizado con la invasión de Ucrania. Moscú tiene previsto enviar a militares a Bielorrusia para que entrenen con las fuerzas armadas del país aliado de Rusia y el Kremlin ha desplazado a la Habana en los últimos meses a importantes jerarcas cercanos a Putin.

La visita de Borrell ha venido precedida por las demandas de varias organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch de que la UE no dé la espalda a los derechos humanos y en medio de la huelga de hambre de 15 opositores entre los más de 1.000 disientes que permanecen encerrados en las cárceles del régimen comunista tras la violenta represión suscitada tras las protestas de julio de 2021. En muchos casos, algunos de los detenidos han sido condenados a 30 años de cárcel por haber formado parte de estas protestas espontáneas y pacíficas.

Aunque este panorama no resulta demasiado alentador, el político español pretende con este viaje demostrar la vigencia del Diálogo Político y Cooperación entre la Habana y la UE que data de 2016. Este acuerdo supuso el fin de una era ya que enterró la denominada Posición Común liderada por José María Aznar – con el apoyo de los países del Este, declarados anticomunistas- y que supeditaba cualquier relación con Cuba al respeto a los Derechos Humanos. Los leves gestos aperturistas de Raúl Castro hicieron que la UE decidiera cambiar de estrategia, si bien desde entonces los intentos de democratización del régimen han sido brutalmente aplastados.

En su visita a la isla, Borrell ha asegurado que la UE quiere “acompañar en el proceso de apertura” y “de reformas económicas y sociales” en Cuba, “desde el respeto mutuo” y con el objetivo de contribuir a la “mejora de la vida de todos cubanos”. Bruselas va a destinar 14 millones de euros en la ayuda a los pequeños empresarios cubanos.