Brasil

Patriotismo y llamas en el Amazonas

Una campaña de imagen tras los incendios . Bolsonaro trata de recuperar su popularidad tras la crisis desatada por los devastadores fuegos del pulmón verde del planeta

Un ave vuela sobre el Amazonas durante los devastadores incendios de agosto
Un ave vuela sobre el Amazonas durante los devastadores incendios de agostolarazon

El presidente Bolsonaro quiere demostrar que su país es "un ejemplo de conservación y sostenibilidad ambiental"

En el día Internacional del Amazonas, el paraíso verde seguía consumiéndose en llamas. Ayer, el Gobierno brasileño lanzó una campaña internacional para recuperar su imagen después de la crisis medioambiental desatada tras los devastadores incendios de este verano.

A pesar de los esfuerzos por apaciguar el fuego, la selva continúa ardiendo. Pero mientras los especialistas no se ponen de acuerdo para determinar cuándo y de qué manera se termina el incendio, detrás del denso humo asoman preguntas pertinentes que deben responderse para entender cómo se propició la destrucción del ecosistema que produce el 6% del oxígeno del planeta tierra.

La industria agropecuaria representa el 27% del PIB brasileño y está en el ojo del huracán. Tres semanas después de que se comenzara a informar de los primeros focos del devastador incendio, no se han señalado a los culpables. La región amazónica es una de las más codiciadas del planeta por su capacidad productiva y su riqueza natural. Por eso, a pesar de albergar al 50% de la biodiversidad del planeta y de ser indispensable para combatir el cambio climático, es uno de los territorios más importantes y codiciados para los negocios de materias primas y la geopolítica.

Una vez más el debate. ¿Es el Amazonas patrimonio de la humanidad? A este respecto Bolsonaro fue muy tajante: «Es nuestro, y haremos lo que queramos con él». Desde que el nuevo presidente asumió el 1 de enero de este año, los incendios se incrementaron un 85%. Según datos del Instituto Nacional para la Investigación Espacial (INPE), la agencia federal que monitorea la deforestación y los incendios en Brasil, entre enero y agosto, fueron deforestados 9.250 kilómetros cuadrados, casi tres veces el área que abarca el Gran Buenos Aires. Más aún, el total de este año ya supera el de 2018, cuando en todo el año la superficie arrasada alcanzó los 7.537 millones de kilómetros cuadrados. La respuesta de Bolsonaro a estas alarmantes cifras fue cesar de su cargo al director del Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE), Ricardo Galvao. Con la campaña «Amazonia por Brasil», el Gobierno reitera la soberanía del territorio y trata de mostrar una imagen más amable al mundo como conservador del medio.

Sin prohibición del uso del fuego

Apenas 48 horas ha durado la prohibición de las quemas para preparar la siembra en Brasil. Las autoridades han modificado el decreto original que debía durar dos meses, permitiendo el uso de fuego para fines agrícolas en la región amazónica. Los expertos coinciden en señalar que estos fuegos son el origen de los incendios.